Miércoles, 23/11/2011
En la entrada del campus principal de la Fundación la policía me dío la
llave de una habitación, rápidamente deje mi equipaje y fui a la
cantina con hambre de conocer al resto de mis compañeros. Al entrar
me acerqué a la mesa donde había más personas reunidas, me
presenté y para mi sorpresa no eran voluntarios sino visitantes
(suena a extraterrestres, ¿verdad?). Al ver a los visitantes, con los que pasaría los siguientes tres días, pensé que
eran un poco mayores para ser voluntarios pero me obligué a no
tener prejuicios enseguida me sacaron de mi error. Probé
de nuevo suerte y ya por fin encontré a los voluntarios, no diré
que tuve una cálida bienvenida... las cosas por lo visto no funcionan así aquí.
SUNK IN DARKNESS