domingo, 24 de marzo de 2013

GP de Formula 1 en Sepang

Domingo, 24/03/2013

El viernes al llegar a Kuala Lumpur para así renovar mi pasaporte el lunes, me dispuse a pasar un fin de semana inolvidable.

Llegué a KL Sentral en autobús y allí me encontré con Adeel, mi siguiente couchsurfer. Me llevó a comer algo y luego a su enorme piso con derecho a campo de golf, piscina, gimnasio y sauna.


Cuando vi su coche, un precioso FairLady blanco me quedé sin habla, me dijo que podría conducir hasta el Gran Premio de Formula1 en Sepang. Me había comprado una entrada, así pues la perdida del pasaporte me dio una gran aventura.

Tras la ducha fuimos a KKTC, las torres gemelas de Kuala Lumpur, donde había un concierto gratuito. Cenamos muy cerquita con la música de fondo y fuimos de cabeza al concierto.


Style @Live fue bastante curioso. Un DJ, al mismo tiempo que desfile de modelos, un grupo de danzarines, otro de percusión y un remix de la cabalgata de las valquirias con una soprano china. Lo estábamos disfrutando tanto que nos dio igual que empezase a llover, pero en un momento dado ya no era lluvia era el diluvio universal. Compramos unos impermeables justo cuando dejó de llover y seguimos en el concierto un poco más.

El sábado madrugamos y tras un desayuno indio, fuimos de cabeza al circuito de Sepang. Aparcamos en el Parking 4, bastante bien situado, nos subimos en un autobús que nos dio una vuelta entera alrededor del circuito hasta la puerta.


Accedimos al recinto, vimos los coches expuestos y las tiendas. Al lado de la entrada había un tirachinas gigante gratuito, así que me subí y después de experimentarlo una vez, pedí repetir.

Una vez ya en las gradas, nos dimos cuenta de que nuestros asientos no estaban muy bien situados y supuestamente no teníamos derecho a ir a otro lugar. Sin embargo, en ningún momento del fin del semana estuvimos allí sentados.

Al encender los motores de GP2 y escuchar el ruido de los motores, sentí un escalofrío de electricidad recorriéndome. La carrera de GP2 fue una recepción increíble.

El programa no deja margen para el aburrimiento. Después de la GP2, la tercera sesión de libres de F1, y luego una carrera de las Malasya Super Series Serie B. Comimos y acto seguido fue la clasificación de la F1 y luego la de Porsche Carrera Cup Asia.


En la sesión de libres me pasé una hora aprendiendo a reconocer los conductores por sus cascos, algunos de ellos casi imposibles por su parecido con el compañero de equipo.

La clasificación de F1 fue bastante entretenida ya que en la Q3 empezó a llover a cántaros y Fernando Alonso quedó tercero. Massa segundo.


A la vuelta, Adeel me cedió la plaza del conductor de su precioso deportivo y tras equivocarme un poco con los intermitentes y limpia-parabrisas me dispusé a conducir en el embotellamiento post-evento. Tardamos dos horas en llegar a casa, porque Adeel y el GPS no se llevaban muy bien.

Tras una ducha fuimos de nuevo a las Twin Towers a cenar y ver el concierto de los Back Street Boys. Aburridos de tanta canción romántica nos fuimos a casa.


El domingo tras desayunar de nuevo indio, Adeel me volvió a ceder la plaza del conductor. Fue increíble conducir esta vez sin tráfico y conociendo los comandos del coche hasta el circuito a velocidades intempestivas.

Al llegar los parkings empezaban a estar abarrotados. Fuimos derechos a las gradas al mismo sitio del día anterior, la curva C2 justo en frente de la pantalla.


Malasya Super Series - Serie B fueron mucho más entretenido que el día anterior: adelantamientos, accidentes... La carrera de GP2, en cambio, no fue tan emocionante como el sábado, los coches estaban muy espaciados y apenas hubo adelantamientos. Lo único remarcable es que al dar la bandera amarilla de warm up uno de ellos se quedó en el sitio.

La Porsche Carrera Cup Asia estuvo bien, aunque ya me sentía impaciente por ver a Fernando Alonso volar.


El periodo de 2h hasta el comienzo de la carrera de F1 fue entretenido por los documentales de la pantalla, algunas veces sin sonido.

Fui a ver el la preparación de la salida de la F1, traté de averiguar que tipo de neumáticos estaban usando sin ningún tipo de resultado positivo. Había estado lloviendo, pero el sol hacía algunos minutos que brillaba.



La salida no fue nada especial y sin haber dado apenas una vuelta Alonso se quedo fuera de la carrera. Maldije a Vettel durante el resto de la carrera, pero no se le rompió el motor ni nada.

Al final de la carrera fui a ver la bandera a cuadros por el alemán. Volví a mi lugar y Adeel me dijo que se iba al concierto, yo le dije que quería oír los comentarios de los conductores, pero en cuanto terminaron de sonar los himnos vi a unos chicos lanzarse al circuito, así pues no dude ni un instante y me lancé yo también a él sin prestar atención a los ganadores.


Me pusé andar por el circuito queriendo cruzar la línea de meta, pero los de seguridad me interceptaron a apenas unos 300m. me dijeron que volviera por donde había venido y les dije que eso era imposible, había saltado unos dos metros y medio para acceder al circuito y no podía volver por donde había bajado, así pues me llevaron por los boxes - viendo así uno de los Red Bull  - hasta la zona VIP. Allí me subieron a un coche y este me llevo hasta el helipuerto. En el helipuerto me dijeron que tendría que ir andando unos 5Km hasta la entrada, así que hice autostop y me paro una de las gruas para coches accidentados del circuito. Me subí en la plataforma flipando en colores. Me volvieron apear y paré a un motorista que me llevó hasta la entrada. Andando dirección al tirachinas para encontrarme con Adeel iba sonriendo ampliamente por mi reciente aventura.

Fuimos a la entrada del concierto y a las 20h puntualmente, Guns 'N Roses comenzaron a tocar. Me encantó el concierto de dos horas. Unos completos artistas. Bailaron, tocaron y dedicaron una preciosa canción a la hija de uno de los artistas. Me hice fan incondicional de ellos.


No tuvimos mucho atasco a la salida del concierto, fuimos a casa a darnos una ducha y luego a cenar algo.

SUNKINDARKNESS


viernes, 22 de marzo de 2013

Perdida del Pasaporte en Malasia

Viernes, 22/03/2013

El jueves 21 tratando de comprar el billete de autobús al sultanato de Brunei me pidieron el pasaporte y justo en ese momento me di cuenta de que no tenía ni idea de donde carajo estaba mi pasaporte desde hacía días.

Llamé a Aizat y le dije que mirara debajo de la cama, me contestó que ahí no estaba. Deshice por completo la mochila en mitad de la calle, sin ningún resultado, así pues me fui a casa.

Tras dos autobuses cargando con todo el equipaje llegué de nuevo a casa de Aizat. Deshice de nuevo por completo mi equipaje, revolví todo mi cuarto, pero no lo encontré.

Llamé a la embajada y me dijeron que tardarían al menos 15 días en hacer uno nuevo pues vendría desde España. Me dijeron que con el dni y la denuncia de perdida no tendría ningún problema para volar a Kuala Lumpur, donde se encuentra la embajada, no tenían ni idea.

Contacté a mi hermano Arturo para explicarle que no podría volar a el día 29 a Indonesia, por no poder abandonar Malasia sin documentación.

Tras pasar el día haciendo cabalas de donde fue la última vez que vi el pasaporte, Aizat me llevó a la estación de policía donde denuncié la perdida. De allí fuimos al aeropuerto con la esperanza de que mi pasaporte estuviese en algún lugar allí, puesto que la última vez que lo vi fue cuando lo sellaron a la entrada a Malasia. No tuve suerte.

Intenté comprar un vuelo para esa misma noche a Kuala Lumpur y así poder al día siguiente hacer todos los trámites en la embajada, pero me dijeron que tenía que hacer un pase especial para volar y que sólo podría hacerlo al día siguiente en horario de oficina pues ya eran las 20h.


El viernes volví a madrugar, para ir en autobús hasta la oficina de inmigración para hacer ese 'special pass'. Tendría que coger dos autobuses, pero me las arreglé para hacer autostop.

A la salida de casa de Aizat, un coche pasó por mi lado y redujo la velocidad para mirarme. Le dije que parará y me llevase hasta la carretera principal. Sin embargo no me dejo allí y me llevó directo hasta mi destino. Treinta segundos antes de llegar a destino le doy las gracias, y el tipo me dice que si quiero ser su 'contract girlfriend', le digo que no. Justo antes de bajarme el tipo me hace una caricia en el mentón y me intenta dar la mano, digo un NO alto y claro y me deja tranquila. Me bajo y me voy a la oficina.

Al llegar a la oficina eran las 6h30, por supuesto al ir en coche llegué super temprano. Cogí un bolígrafo y un papel de una mesa y me dispuse a hacer garabatos, así pasó el tiempo mucho más rápido.

A las 7h30 una chica vino a la oficina y sin esperar a que me atendiese, la abordé con mi problema. Cogió mis papeles y me explicó que hasta las 8h no podría hacer nada.

A las 8h un policía vino y me hizo algunas preguntas, rellenando así otro formulario más. Me dijo que debía comprar mi identidad y tras ello me darían mi pase temporal de vuelo interno en Malasia.

A las 8h45 pagué 100 Ringgits por el pase especial  y a las 9h me dieron el pase.

En el ascensor pregunté a unos chavales donde debía coger el autobús con tan buena suerte que uno de ellos me llevó hasta casa de Aizat. Recogí la mochila y el mismo chico me llevó al aeropuerto.


Compré el primer billete a Kuala Lumpur, pero no me daría tiempo a ir a la embajada pues la oficina estaba cerrada.

El lunes a primera hora iría a la ocupada embajada con mi atestado policial, una fotocopia del pasaporte, una fotografía y 101 Ringgits. Me dijeron que el pasaporte que España me enviaría quizás fuese válido sólo por 9 meses y que el siguiente debería renovarlo en España. Me dijeron que en 15 días a lo sumo lo recibirían, tardaron 25!

SUNKINDARKNESS

jueves, 21 de marzo de 2013

Kota Kinabalu

Jueves, 21/03/2013

La llegada a KK se produjó una hora más tarde de lo esperado. Me vinieron a buscar un par de amigos de Aizat, mi nueva couchsurfer, y me dejaron en su casa. Tras una ducha rápida, fuimos a cenar mi primera comida malaya.

El sábado fui a darme un chapuzón a la piscina. Por la tarde Aizat me llevó a cambiar dinero al centro comercial y luego al supermercado a por un enchufe adaptador más para mi colección. Por la noche fuimos a ver el espectáculo de la fuente musical. Es curioso como se puede combinar en completa armonía, las luces, la música y el movimiento del agua. Aizat preparó algo de cena.


El domingo Aizat me llevó al mercado matutino de los domingos: animales, dulces, baratijas, ropa y souvenirs. Tras una hora de paseo cogimos el coche hasta la mezquita. Por lo visto casi todas las ciudades de Malasia tienen una mezquita rodeada por agua.

Siguiente parada el mercado filipino con sus diferentes secciones: souvenirs, especias, vegetales y pescado. Compramos algunos vegetales y pescados. Fuimos al supermercado a comprar algunas cosillas y preparé una rica cena italiana en casa de Aizat para algunos amigos.


El lunes aún me sentía completamente mareada, o más bien descentrada, del viaje. Descansé y me relajé. Alguien me contó que el gran premio de formula 1 se celebraba en Kuala Lumpur el siguiente fin de semana y dude en si cambiar mis planes de visitar Borneo por ir o no. Decidí seguir a lo mío.

El martes temprano me dispuse a ir al monte Kinabalu. Cogí dos autobuses hasta llegar a la parada para coger la minivan hasta la montaña. Dos horas más tarde me dejaban en la entrada del parque natural.


Al pagar la entrada pedí un mapa y acabé en el jardín botánico. Vi a un grupo de viejecitos con una guía y me unió a ellos a escuchar las explicaciones sobre las plantas. La visita estuvo super entretenida, vi un pájaro misterioso de colores exhuberantes.

Al acabar la visita del botánico decidí irme a pasear por algunos de los senderos propuestos por el mapa, así pues leyendo la descripción de ellos y teniendo muchas horas por delante me decidí por hacer un recorrido amplio.


Cogí el Bukit Tupai Trail hasta el Bukit Burung Trail gozando de la soledad de los caminos. No me cruce con nadie en todo el día. La naturaleza era increíble, así pues pude ver algunos árboles desnudos, helechos, musgos de todo tipo, una mantis religiosa, hongos...


Cogí el desvió a Liwagu Trail, pero o bien me desorienté, o bien estaba todo muy mal señalizado... acabé en un cartel pidiendo disculpas porque el camino estaba cerrada por deslizamientos de tierras.

Anduve errando un poco por los caminos paseando por Bukit Burung Shelter y luego Silau-Silau Trail, y pude ver un pájaro carpintero. No pudiendo ya optar por coger uno de los senderos de largo recorrido por falta de tiempo y habiendo agotado casi la totalidad de los caminos cercanos a la entrada, acabé en una de las carreteras internas del parque haciendo autostop.

Me dejaron en la zona norte del Kiaw View Trail y entonces la bruma empezó a escalar hacía el parque natural. A las 15h estaba cogiendo un autobús a Kota Kinabalu y 5 minutos después empezó a llover mares. Tras una ducha bien merecida tras el activo día, fuimos a cenar al centro con otros couchsurfers de Polonia.


Me quedé con ganas de ascender el monte (4,095 m), pero hacerlo sola no me apetecía demasiado. Por lo visto es la montaña de más fácil acceso del mundo, sólo 8h hasta llegar a la cima.

El miércoles me recuperé de mis agujetas e hice la mochila para el día siguiente.

El jueves fui al centro a coger el autobús a Brunei, pero fue cuando me di cuenta de que perdí el pasaporte, cambiando absolutamente todos mis planes.

SUNKINDARKNESS

viernes, 15 de marzo de 2013

Sunk in Filipinas

Viernes, 15/03/2013

Las islas filipinas y el mar que las envuelven es de una belleza cegadora. El reflejo del sol en las aguas del mar provocan efectos de luz que recuerdan a las estrellas, las puestas de sol son de una belleza abrumadora, el perfecto amanecer, las estrellas en el cielo sin polución de las islas... todo te invita a soñar con una vida en ese paraíso.

Los filipinos son tan amistosos y sonrientes que es muy fácil sentirse como en casa, a la vez que te sientes especial. Andas por las calles y te das cuenta de que cientos de personas te están mirando a ti, te sonríen y comparten cierta complicidad contigo. A veces me sentía cual diva andando por las callecitas, sonriendo, saludando aquellos que me saludaban o guiñaban un ojo... miradas cargadas de sensualidad sin malas intenciones.

Hay una cantidad enorme de couchsurfers en Filipinas. El país es caro, pero se puede buscar la manera de gastar sólo imprescindible. Los vuelos suelen ser más baratos que los ferries, aunque te pierdes el encanto de sentirte rodeado de océano.


Faltan palabras para describir tanto el paisaje como la interiorización de lo vivido en este increíble lugar. Mi experiencia en Filipinas ha sido perfecta, tanto porque el país es maravilloso, como porque la gente es muy amistosa y por el compañero de viaje alucinante que hice y con el que tantas miradas de complicidad he compartido, Bruno.

SUNKINDARKNESS

Puerto Princesa


Viernes, 15/03/2013

Llegamos a Puerto Princesa a las 17h tras 3h de autobús desde Sabang. El paisaje era hipnótico, así pues el viaje no se me hizo largo.

Al llegar regateé el tricycle hasta casa de Elvie mi nueva host y Bruno y yo llegamos a una enorme y preciosa casa. Nos sirvieron una coca-cola y nos sentamos a esperar llegar a nuestra anfitriona, pero tras un buen rato cansados de esperar Bruno se fue a la ducha y yo me encontré con Ben, un CS alemán que me orientó un poco sobre la zona, los supermercados y me contó un poco sobre la vida de Elvie.

Tras mi ducha, Bruno y yo fuimos al New Market a comprar cosas para la cena de los próximos días y luego al Robinson Mall para comprar los productos delicatessen de nuestras tierras.

Al llegar a casa Elvie nos invitó a cenar, así pues nuestros planes de cenar pasta pasaron a ser cenar arroz con pollo.

Ben orientó la conversación de lo picante de nuestras antiguas relaciones hasta la espiritualidad de como vivir en este mundo y entenderlo. La conversación se nos hizo super amena hasta media noche que decidí irme a acostar y el resto siguieron mis pasos.

El miércoles Bruno, Elvie y yo nos despedimos de Ben que seguía camino y nosotros nos fuimos al centro a hacer varios recados: comprar pan, azúcar, aguacates, ir a correos, comprar el billete de Ferry para Bruno, arreglar mis nuevas chanclas recicladas, cambiar dinero...

De vuelta en casa, Bruno y yo comimos algo de fruta y nos encaminamos a la playa donde en vez de darnos un chapuzón, nos pusimos a charlar de una manera un poco más abiertamente sobre el mismo tema del día anterior.

Volvimos a casa y nos pusimos a cocinar como locos. Bruno pescado, berenjenas, mayonesa y brushettas. Yo guacamole, gazpacho, tortilla de patatas y arroz con leche. Comimos las bruschettas regadas con un delicioso vino blanco.


El tiempo pasó volando y la hora estimada de la cena se retrasó enormemente, pero tras acabar completamente sudada de cocinar me di una ducha, me puse de gala y me senté a cenar los manjares de mi tierra acompañados por un buen vino tinto chileno. Lo de Bruno tendría que esperar al día siguiente. Los filipinos no disfrutaron tanto de mi gastronomía

El jueves tras desayunar algo de fruta y arroz con leche, nos fuimos a visitar Aloha House un orfanato en una granja orgánica completamente autosuficiente. Fue muy interesante ver todo el proceso en funcionamiento.


Volvimos a casa de Elvie con tiempo suficiente como para preparar un poco de pasta que acompañada por el atún, algunas verduritas y mayonesa se nos hizo super sabrosa.

Acompañé a Bruno hasta el puerto, me fui colando etapa por etapa con amplias sonrisas y gentiles preguntas hasta el barco. Tras algo de charla y un cigarrillo nos despedimos en la cubierta del barco de la misma manera que nos conocimos 15 días antes en Manila. Sonrisas de alegría por lo que hemos compartido, pero pena en la mirada por la separación.

Antes de volver a casa me pasé por la preciosa iglesia azul celeste de al lado del pueblo a dejar fluir mi energía hasta quedarme sin nada y así coger el minicab.

Elvie me presentó a sus nuevos CS de Manila, pero sin muchas ganas de tener compañía respetaron mi intimidad.

Cené algunas sobras bastante temprano y se puso a llover no pude evitar preguntarme como estaría Bruno en la cubierta del barco.

El resto cenaron a las 20h. Tras terminar Elvie y Anton me llevaron a comer un helado y a dar un paseo por el paseo marítimo que terminaba en el muelle donde despedía a Bruno unas horas antes.

De vuelta en casa preparé mi mochila para la siguiente aventura, el viernes me levantaría a las 5h preparé unos sandwiches y Anton me llevó al aeropuerto. Cogería un vuelo a Manila y de ahí otro a Kota Kianbalu, Malasia.

SUNKINDARKNESS

martes, 12 de marzo de 2013

Sabang


Martes, 12/03/2013

Llegamos a Sabang tras hacer un transbordo en Fundacion del autobús a una minivan bien regateada por una servidora.

Me senté en un chiringuito al lado del mar mientras Dani y Bruno se pateaban la playa de un extremo al otro hasta dar con un lugar adecuado para los tres. Encontraron una preciosa chocita con hamaca en mitad de un divino jardín.


Fuimos a comer algo pues estábamos hambrientos, pero de camino vimos a un grupo de niños que al igual que en el Nido preparaban una función de fin de año escolar. Divertida me senté a mirar a una niña preciosa como bailaba al estilo brasileño.


Tras la cena, fuimos a nuestra chocita y charlando se nos pasó el tiempo rapidísimo.

El lunes Dani y Bruno se fueron a hacer las gestiones pertinentes para visitar el Underground River al día siguiente y yo me quedé tranquilamente escuchando música en mi hamaca.


Andando por la playa nos encontramos con los cat bears unos bichillos encantadores bastante divertidos y mimosos.

Fuimos al otro extremo de la playa y allí conocimos a unos guardias de seguridad que custodiaban la tierra para un futuro resort chino. Nos regalaron unos cocos recién tirados del árbol y tras beber y comer me fui a andar por la playa con el más guapetón de todos ellos.


De vuelta con Dani y Bruno empezó a tronar, así pues decidimos recoger el campamento y justo cuando elegimos un resort con wifi para comer empezó a llover a cantaros. Me quité la ropa y sin más me fui a bañar en la piscina, mientras llovía. Al salir seguía lloviendo, me fui a la ducha de la piscina para deshacerme del cloro y al descubrir champú y gel. Me acabé duchando entre agua corriente y agua de lluvia en un maravilloso jardín al lado del mar. De vuelta a la mesa la comida estaba servida y tras ello me conecté un ratito a internet.

Al volver al bungallow, pasé por la tienda a comprar unas cerves para Bruno y para mí, nos las tomamos entre risas y escuchando nuestros grupos favoritos.

El martes fui con Dani al Underground River, pues Bruno no se sentía en forma. La visita al río fue sin más, me dieron la luz para iluminar y me empecé a estresar con apunta más arriba, abajo, derecha, izquierda, para ver unas ricas sin ninguna forma que debían de parecer calabacines, zanahorias y cosas por el estilo. Lo que sí me gustó fue contemplar la cantidad enorme de murciélagos de la zona.

De vuelta en la choza, hice la maleta y tras comer, Bruno y yo nos despedimos de Dani y partimos dirección Puerto Princesa.

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domingo, 10 de marzo de 2013

El Nido


Domingo, 10/03/2013

El viaje desde Coron a El Nido en barco transcurrió sin incidentes, el agua era como un bálsamo. Tras ver algunas preciosas islas de arena blanca, me entretuve como pude para que las 8 horas pasasen rápido. Nos sirvieron una ración minúscula de comida con bastante mala pinta y luego todo el barco se quedó dormido al mismo tiempo tratando de contener las nauseas.


Al llegar a El Nido, Bruno y yo nos pusimos a buscar un sitio para dormir y a la que íbamos hacía la playa nos encontramos con un grupo de españoles que habían venido con nosotros en el barco y les saludé, así pues reclutamos a Dani para dormir con nosotros y compartir gastos.

Tras una ducha que cayó como agua del cielo, Bruno y yo quedamos con Heidi (una amiga de MJ's de Coron) y su amigo George. Heidi resultó ser super simpática, así que tras una cerveza cayó una segunda, y el grupo de españoles del barco de Coron se nos unió, así pues pude conocer a Dani, Jordi, Nuria y Arnau un poquito mejor.


El viernes sin demasiado entusiasmo Dani, Bruno y yo nos levantamos para ir a desayunar y nos encontramos con George por la calle. Su plan nos gustó, así que decidimos cambiar nuestro plan original de alquilar unas motillos, para ir a la playa vecina llamada Las Cabañas.

Las Cabañas resultó ser una bonita playa con algo de sombra ideal para mi gastada piel. El vendedor de perlas pasó a enseñarnos su mercancia, aunque no tuvo suerte de que comprasemos algo. Nos encontramos con unos pescadores y les compramos un kilo de sardinas que nos harían en la barbacoa más tarde, así pues comimos delicioso pan de la panadería de El Nido, con tomate y 4 sardinas hermosas por cabeza. De postre algunos mangos.


A las 16h quedamos con Heidi en el Coron Market y compramos algunas frutas para hacer una sangría tropical por la noche. Disfrutamos de la happy hour con unas Red Horse, después de ducharnos.

Nos encontramos con Jordi y su familia para cenar en el mercado de comida, ahora adornado por banderitas de san miguel al acercarse las fiestas del pueblo. Había muchas parrillas encendidas asando calamares, gambas, pescados, berengenas... sin apetito me fui a ver a ensayar a los niños la danza que bailarán para las fiestas. La música me encantó.

Tras la cena, recogí a Heidi y Jorge y nos fuimos a bebernos la sangría contemplando el mar. ¡Qué rica estaba! Mango amarillo, piña, vino español, fanta naranja y algo de azúcar.


El sábado Dani, Bruno y yo nos encontramos con Jordi, Nuria y Arnau en el barquito para hacer el tour A. Estaba nublado y lejos de quejarme lo agradecí. Visitamos la Secret Lagoon, bastante bonita, para luego ir a hacer snorkel en un cementerio de corales.
Estuvimos en Simezu Island 2 horas, comimos algún pescado, ensalada, pollo, bacon y unas espectaculares berengenas. De postre piña y una sandía amarilla, muy rica.


Tras comer el barquito se metió dentro de la Big Lagoon remando. Me tiré al agua que me llamaba y, por supuesto, me regañaron pues el motor estaba encendido y quizás hubiese podido tener algún problema con la hélice. El sitio era bastante bonito.


Al entrar en Small Lagoon me colgué de un kayak y dejé que me llevaran de un lado a otro sin gasto de energía. Me metí en una cueva y me senté a contemplar a la gente nadar de un lado a otro mientras esperaba que se acercase otro kayak para que me sacase de la laguna, gasto de energía 0.

Para terminar fuimos a 7Commando Beach, que había estado cerrada durante algunos días pues alguien se había liado a tiros por allí hacía poco al llegar algún barco de turistas, ahora estaba sin sol así que disfrutamos de una cerve escandalosamente cara charlando.


Tras la ducha, el grupo se fue a cenar, pero yo me disgregué para ir a despedirme de Heidi. De camino a casa paré a comprarme una crêpe y me los encontré a todos.

El domingo madrugamos, hicimos mochilas y Dani, Bruno y yo cogimos un autobús hacía Sabang.

SUNKINDARKNESS

jueves, 7 de marzo de 2013

Coron


Jueves, 07/03/2013

La salida del cargo desde Manila se retrasó 3 horas, en vez de dejar el puerto a las 18h como estaba previsto a las 21h empezaron las maniobras para abandonar la gran urbe. Podría parecer que uno se puede aburrir en un barco sencillamente esperando, pero sin embargo todo el tiempo que pasé en el Atienza se me pasó volando y lo disfruté como una enana.

Conocí a Bruno un suizo super divertido vimos juntos a unos niños en tablas de goma espuma surcar los muelles en busca de botellas de plástico mientras a la vez jugaban, recorrí todo el barco desde la sala de máquinas hasta la azotea donde estaban las barcas salvavidas para acabar siendo regañada por el capitán y entablando amistad con él. Me quedé en la terraza principal charlando con Bruno hasta que no hubo más barcos en el horizonte una vez abandonamos la bahía de Manila. Bruno me invitó a cenar un pastelito de atún y luego me subí al timón a disfrutar de la brisa nocturna hasta que decidí irme a dormir.


Me levanté a ver el amanecer y le dije al capitán que si me podía ofrecer el café que no acepté la noche anterior, a sorbitos y viendo salir el sol detrás de la isla de Mindorro quedé fascinada. A las 7h bajé a recoger mi desayuno: arroz, 2 salchichas y 2 huevos duros, el capitán me invitó a beef corn. Tras un rato más contemplando el mar en busca de delfines, me fui a acostar un ratito más.

Me desperté a tiempo de ver Busuanga desde lejos y la entrada a la bahía para descubrir así Coron. Bruno y yo bajamos a la cocina para obtener nuestra ración de vegetales. Al atracar nos despedimos del capitán y con un tricycle fuimos hasta Rocksteady Dive Center, allí me dieron las llaves de la casa de MJ's y las de su moto. Bruno y yo nos separamos.


Tras una ducha y un lavado de ropa bajé al centro a ver la puesta de sol en la Sirenetta tomándome una San Miguel, espectacular. Tras un rato apareció Bruno por azar y me invitó a cenar, a unas cerves y juntos jugamos al billar.

El viernes quedé con Bruno para recorrer la isla en la moto de MJ's. Tras cambiar las ruedas y desayunar estábamos listos para recorrernos la isla, destino Old Busuanga. Nunca llegamos. El camino de tierra era bastante peligroso, así que al llegar a Concepcion decidimos quedarnos por la zona y disfrutar.


En Concepcion fuimos a una maravillosa cascada a bañarnos. Dimos de comer algo de pan rancio a los peces y comimos algunos pastelillos y mangos que Bruno llevaba consigo. Cuando apareció un grupo de alemanes decidimos que era tiempo de dejar ese precioso lugar para ir a la playa de Concepcion, tal playa no existe. Acabamos en un precioso camino blanco que se dirigía al mar. Las agua alrededor eran turquesa transparente. Comimos en un pequeño restaurante de la zona, para acabar dándonos cuenta de que se nos iba a hacer de noche y que no podríamos disfrutar del mar.

De vuelta a Coron paramos en una ermita preciosa, ideal para casarse. Las paredes estaban adornadas por piedrecitas y conchas y el tejado era de paja, sin dos de sus paredes la luz iluminada de manera perfecta el lugar. Y qué maravilla las vistas desde la pequeña capilla al mar.


Llegamos a Coron sin tiempo para disfrutar la puesta del sol desde el Dive Center, uno de los edificios más altos de Coron, sin embargo la cerveza fue bien merecida. Tras la merecida ducha, me encontré de nuevo con Bruno para ir a cenar a la Sirenetta donde probé una increíble ensalada de algas que explotaban en la boca como caviar.

El sábado me encontré con Bruno para desayunar y de allí fuimos al pequeño barquito blanco en el que haríamos un tour por la isla. Tras por supuesto salir con retraso y conocer a los otros con los que haríamos el tour, me coloqué en la proa para disfrutar del sol y el oleaje. El panorama era maravilloso. Llegamos al lago de Kayangan y tras subir unas pocas escaleras y ver el panorama maravilloso de la bahía bajamos hasta el lago para sumergirnos en aguas de color turquesa. Me fui a hacer snorkel por la parte izquierda contemplando las bella roca caliza del lago que limita el lago. Tras perderme un rato y acabar exhausta volví al muelle a atrapar pequeños peces con Bruno.


Volvimos al barco donde estaban empezando a asar la comida y con las tripas rugiendo nos fuimos a Twin Peaks Reef un hermoso arrecife con hermosos corales azules con muchos peces. Vi ostras gigantes cerrandose al acercarme buceando.

El barco nos dejó en la playa Atwayan de arena blanca y limpidas aguas azules celestes. Hicimos un delicioso picnic de ensalada de algas, bacon, verengenas y 6 perfectos y enormes pescados. Al comienzo del día había hecho incapie en que soy vegetariana para así poder comer pescado y verduras, en Filipinas es mucho más barata la carne norte americana o neo zelandesa que sus propoios pescados exportados a Japón, y estando en el mar intento que mi dieta sea marina.


Tras la agradable comida y de un chapuzón por la zona, nos llevaron a la isla CYC con una playa, para mi gusto no demasiado bonita, pero debió de serlo antes de que algun personaje corrupto robase su arena. Tras pasar un rato jugando con Bruno y un pez que nos atacaba limitando su territorio volvimos al barco.

Fuimos a Coral Garden con un bonito fondo marino, ideal para snorkel, pero con una cantidad de plactón infernal que te urticaba todo el cuerpo, así pues terminamos pronto y fuimos a Twin Lagoons que no me dijo gran cosa.

El día de tour supuestamente había terminado, pero hablé con nuestro guía para que nos acercase a Barracuda Lake y así poder ver ese bonito lago. Disfruté como una enana nadando, haciendo piruetas y charlando con la gente. Al final del día el grupo se había consolidado.


Llegamos a Coron a tiempo para ir a comprar unas San Miguel e ir al muelle a disfrutar de la puesta del sol. Ducha y cena de ensalada césar en Dive Center, para terminar bien el día heladito y partida de billar con locales en la Sirenetta.

El domingo Bruno y yo fuimos a comprar algo de pan di sal y fuimos a la ermita preciosa donde habíamos estado el viernes a ver si había algún tipo de ceremonia. Asistimos a 15 minutos de oración sin descanso y aburridos nos fuimos a la orilla del mar a pinicar nuestro desayuno. Vimos un montón de enormes medusas.


De vuelta a Coron, Bruno cogió su equipaje y le llevé al muelle para que fuese a Cuyon a las 12h30 por un par de días. Volví a casa y exhausta de tanto sol me quedé frita. A las 15h20 cogí la moto dirección aeropuerto para contemplar como aterrizaba MJ's, mi anfitrión, desde la torre de control. Uno se consigue colar en cualquier sitio con una sonrisa y una pregunta educada entonada infantilmente.

MJ's me llevó de vuelta a casa y tras deshacer su equipaje fuimos a cenar en Bistro Restaurant donde Bruno, el dueño y antropólogo francés, estaba ya sirviéndose copas. Bruno era este tipo de persona que despotrica absolutamente por todo con una sonrisa, así que tras poner a parir a los ingleses, pensando que yo era inglesa, pasó a poner a parir a los españoles, sabiendo que yo era española, mientras mi copa de vino siempre se rellenaba gratuitamente. No tuve más remedió que con una sonrisa decirle un par de datos históricos sobre Francia. Cené una deliciosa ensalada de salmón.


El lunes fuimos al mercado a comprar el desayuno y en casa nos lo cepillamos. Fuimos a una cascada no muy bonita pasado el aeropuerto, pasé un mal rato a la ida en esas carreteras llenas de piedra y arena, sin embargo a la vuelta exfoliada por los peces y fresca por el agua, me sentía mucho más relajada. Comimos en el Bistro con Bruno y tras recoger el equipo de snorkel nos fuimos a Siete Pecados.

Cruzamos a nado la bahía y llegamos a las zonas de coral para maravillarnos con una serpiente acuática, estrellas de mar, ostras gigantes, anchoas, peces loro, payaso, murciélago, ángel, ballesta y un grupo de calamares. El mar andaba revuelto así que no tuvimos suerte de ver a las tortugas que habitan por la zona. De vuelta una canoa nos pidió dinero por la entrada del parque natural.


Al llegar a tierra exhausta y tras un pitillo. Repartí caramelos entre los niños locales y me reí un rato con un crío de 3 años que sólo quería luchar con sus palitos en vez de acercarse a recoger el caramelo. Me puse a hacer el tonto un rato con él y todos los filipinos de alrededor se partían de risa.

Fuimos a las aguas termales o Hot Spring y relajamos un poco nuestros cuerpos en las calientes aguas, había empezado a sentir frío al final de nuestro paseo marítimo así que el calorcito de las aguas saladas y los ejercicios de estiramiento para mi espalda, me hicieron sentir de lujo.

De vuelta a casa ducha y cena en el restaurante japones charlando sobre los futuros negocios que quiere abrir MJ's en Busuanga.

El martes fuimos a bucear con RockSteady, primero al Olympia Maru, uno de tantos barcos japoneses hundidos en la zona durante la segunda guerra mundial por los aviones americanos. El sitio me pareció muerto, sin demasiada vida acuática y aunque el barco seguramente era muy interesante no lo entendí y disfrute como debería. 


De vuelta en el barco nos sirvieron la comida a las 11h, delicioso pez frito, algunas verduras salteadas deliciosas, pollo con salsa de tomate y arroz. Una hora más tarde estábamos de nuevo en el agua yendo a visitar el Morazan Maru donde nos metimos absolutamente por todos los recobecos, con linterna, para acabar descubriendo las corales en forma de lechuga de la cubierta donde la fauna era alucinante.

A la vuelta al barco, esta vez sí con una sonrisa, y tras una cerveza me quedé dormida en la cubierta tornando mi blanca piel en rojiza. Tras hacer el divelog en Rocksteady me encontré con Bruno -el suizo- para ver la puesta de sol desde el monte de Tapyas donde hay una gran cruz, MJ's se reunió con nosotros justo a tiempo para ver el precioso panorama que ninguna foto puede captar.


Tras la ducha me reuní Bruno, MJ's, algunos amigos de este y yo fuimos a cenar a un restaurante local. Bruno y Angie, una alemana de fuerte carácter, se pusieron a discutir sobre su manera de ver el mundo y al final acabamos todos de mal humor, sin embargo fuimos cuando se calmaron los aguas fuimos todos a jugar a los dardos y tomarnos una cerveza. Al final dí una remontada espectacular.


El miércoles me fui con Bruno en la moto de MJ's hasta Marcilla. El paisaje era precioso, abandonamos las montañas y palmeras para disfrutar del mar y los manglares. En el pueblo anterior a Marcilla vendían atunes frescos a las 10h, pero a esa hora no nos tentó. En Marcilla, nos colamos en una propiedad privada para poder acceder a la playa y a la sombra de un manglar nos tumbamos, comimos, escuchamos los cangrejos dormir y charlamos alegremente. Fuimos a recoger conchas y piedras, nadamos y acabamos haciendo el tonto con los aborígenes.

Cuando el agua ya había casi alcanzado la toalla, cambiamos rumbo a Coron. Paramos en una alta cascada con una pequeña piscina que debe de ser fascinante en la época de lluvias. Vimos a unos locales cargando con 3 monos muertos, supongo que para la cena y repartimos la comida del picnic entre los niños de la zona.

Tras la ducha, me reuní con Bruno en la Sirenetta para disfrutar de mi última puesta de sol en Coron con una San Miguel en la mano. MJ's se sentía mal del estómago, así que compré algo de comida local para mí y plátanos para él y vimos una peli.


El jueves a las 6h15 estaba haciendo la mochila y a las 7h15 en el muelle disponiéndome de MJ?s y encaminándome con Bruno hacía El Nido.

SUNKINDARKNESS