Miércoles, 24/04/2013
Llegué a Singapur algo más tarde de lo esperado, entre el tráfico y que pasar los controles de aduana sin el sello en el pasaporte es algo complicadillo, ya que hay que explicar toda la historia de nuevo.
Llegué a casa de Joshi, mi nuevo cs, para las 21h30. Charlamos un rato y me llevo al monte Faber a ver la panorámica de la ciudad. No me llamó demasiado la atención, pero agradecí el paseo nocturno.
El lunes quedé con Gerard, un cs piloto de yets de combate y helicópteros, que me llevó con el coche a la isla de Sentosa. vimos Universal Studio desde fuera, subimos a ver la panorámica y acabamos en un chiringuito playero tomándonos unas cervezas.
Desde el coche vimos el barrio chino, la ciudad con sus interesantes edificios futuristas y acabamos en clarke quay picando algo. A las 16h llegué a casa y me dispuse a descansar.
Cuando llego Joshi, nos bajamos a la piscina. De vuelta en casa tortilla de patatas y la serie Sherlock en el proyector.
El martes me lo tomé con calma. Los del aire acondicionado vinieron a cambiar los fusibles, hice lavadoras, leí...
A las 18h30 Joshi y yo estábamos saliendo de casa para ir a ver el Singapur nocturno que tanto me llamó la atención a mi llegada.
En Clarke Quai cogimos un boat taxi que nos llevó por el Singapore River hasta el Merlion. Merece muchísimo la pena el paseo en barquito. Se veían todos los edificios interesantes y que tanto me gustaban.
Bajamos en Merlion y tras hacer las fotos de turno nos sentamos en el paseo a ver el espectáculo de luces del Marina Bay Sands, un edificio de tres torres con un barco con forma de banana en el techo. Era muy bonito ver el cambio de colores en las olas del mar.
De Merlion fuimos hasta el Marina Bay Sands Resort, dimos un paseo por la tienda de Ferrari y la de Harley Davidson del centro comercial y me bebí mi última Tiger en Singapur. El espectáculo de luces volvía a comenzar, me encantó. En un chorro de agua en forma de abanico se proyectaban una serie de imágenes super bien combinadas que junto con la música nos tuvieron unos 20min maravillados.
Al terminar el epectaculo la fuente con forma de váter estaba funcionando, cruzamos el centro comercial para llegar hasta el Inter Continental Gardener, un parque chulísimo donde no pude evitar sacar mil fotos a sus torres luminosas.
Para terminar con la tarde-noche perfecta de Singapur fuimos al piso 42 del edificio con forma de barco, disfrutamos de las panorámicas y nos tomamos un cocktail de despedida. Joshi me hizo un par de hermosos regalos, además del perfecto día.
Fuimos a cenar unas doshais riquísimos cerca de casa y me acosté nada más llegar a casa.
Al día siguiente iría al aeropuerto más lujoso del mundo a coger un avión a Sri Lanka.
SUNKINDARKNESS