Viernes, 20/10/2017
La expedición a Punta Galinas empezó sobre las 13h desde Cabo de Vela en 4x4, no tardaríamos mucho en encontrarnos en pleno desierto.
Pasamos varios "peajes" donde niños y mayores pedían algo a cambio de pasar. Nosotros llevábamos galletitas.
Los paisajes nos sorprendieron bastante por su color, no era sólo desierto también había bastante verdor en la zona.
Esa carretera que lleva a la aventura. Disfruté cada segundo en el jeep, maravillándome de los paisajes de la zona, queriendo detenerme a hacer fotos a cada kilometro y visitar todas las aldeas.
Vimos algún pueblito chiquito a lo lejos, sin embargo paramos en uno bastante grande. Allí encontramos algunas de las costumbres típicas de la región - secar carne de chivo al sol para deshidratarla - y cerveza requete barata.
El atardecer nos sorprendió sin poder llegar al mirador para contemplarlo. En mitad del camino paramos y la imagen aún así fue muy bonita.
Aún condujimos en la oscuridad al menos 45min hasta llegar al hospedaje.
Bellas estrellas se veían desde Alexandra al anochecer.
Y por la mañana un paisaje bellísimo se revelo, verdes islas justo en la bahía donde en otras ocasiones los flamencos rosas están parados.
Desde el hospedaje Luzmila también hay buenos paisajes, aunque la estancia es mucho más cara que en Alexandra.
El faro de Punta Galinas resultó ser una torre de antena con paneles solares y una bombilla enorme. Al lado de la playa se veían los montoncitos de rocas que los viajeros dejaban a su paso.
El mirador revelaba un paisaje increíble, aunque lo que más me fascinaba era la velocidad de las nubes sus sombras ondeaban sobre el desierto.
Pequeños animalitos se ven entre las rocas, multitud de aves y chivos.
Las dunas de Taroa de arena finísima.
El calor es intenso, no hay nada mejor que un buen chapuzón en la playa.
De vuelta hicimos el camino de la época seca muchos tramos a 4x4, vimos espejismos y salares.
Ir a la Guajira sin visitar Punta Galinas, no es visitar la Guajira.
SUNKINDARKNESS