viernes, 20 de enero de 2012

Espíritu de voluntariado

Viernes, 20/01/2012

El fin de semana pasado se hizo un homenaje a una de las cooperantes, Crisitina Ramón, que lleva 12 años con la fundación, la mayor parte del tiempo en Anantapur. Algunos voluntarios hicieron un teatro cómico destacando las cualidades de Cristina, luego visualizamos una película con el resumen de esos 12 años, y al final, cenamos todos juntos. Se destacó lo altruista que es, su especial compromiso trabajando 7 días a la semana, lo estrecho de sus lazos con Vicente y Ana Ferrer. Fue muy emotivo. Nos hizo reflexionar sobre nuestra implicación con la RDT.

Una nueva voluntaria llegó unos días antes, estuvo visitando proyectos y también fue a la fiesta de Cristina. Ella es doctora de medicina interna. Seria mi nueva compañera de piso y la sustituta de Olatz en las urgencias del hospital Bathalapalli. La recibimos como es típico de Batahalapalli, con los brazos abiertos, esperando que se integrase en el grupo. Unos vienen, otros se van. Fredi el clown se iría al día siguiente y le echaríamos mucho de menos.

Es fácil reconocer a un recién llegado que estará más de un mes: cara de miedo, dudas a montón (sobre su capacidad de ayudar), observador, sociable, energía desbordante, ojos radiantes... Ella no se ajustaba a este perfil.

No sé muy bien que es lo que se debió pactar en España sobre su trabajo aquí, pero casi todos tenemos una idea tan abstracta sobre lo que será nuestro trabajo que al final nos amoldamos a lo que sea. Venimos a colaborar en los proyectos de desarrollo de la RDT, a hacer lo que podamos durante un corto periodo de tiempo, y así ayudar a los indios de esta región. Hay muchas maneras de percibir la realidad que te rodea. Yo prefiero pensar que he venido a colaborar con una ONG que amplifica mi pequeña aportación llegando así a millones, antes que pensar que estoy trabajando de manera gratuita para una empresa que gestiona millones de rupias y que sólo llega a unos pocos seleccionados. Me desvío del tema, pero creo que es importante para poneros en situación sobre las maneras de percibir nuestra realidad diaria.

Olatz y ella se estuvieron mandando emails antes de que viniese, y la informó sobre el trabajo que habría de realizar: medicina hospitalaria, urgencias, guardias... Olatz se sentía afortunada de poder compartir su día a día con otra persona que además parecía bastante simpática.

Ella en Anantapur, antes de llegar a Bathalapalli, ya dijo que no le gustaba la medicina hospitalaria. Ella quería, o bien hacer campañas en las zonas rurales diagnosticando la lepra, o bien irse a un ambulatorio en algún lugar rural y tratar a la gente de allí, esto implicaría para la fundación ponerla un traductor (mejor español-telugu que inglés-telugu), un chofer y crear un nuevo proyecto para ella. Bouche bée (boca abierta) ante lo descabellado de intentar que sea la RDT quien se adapte a ti, y no tú a la RDT. Bouche bée ante no adaptarse a una organización que lleva 50 años en la India y sabe cuales son las necesidades primarias de los indios en esta región. Bouche bée ante la idea de que un voluntario de prioridad a sus preferencias laborales antes que ayudar donde se le requiera. No alcanzo a comprender como alguien que tiene el don de sanar, se pueda negar a hacerlo en este lugar.

Al fin vino a Bathalapalli, por supuesto con su idea de que no quería hacer hospitalaria... así que no le gustó (¿lo intentó?), y empezó a mover hilos para irse al campo. Habló con todo aquel que pudo que la pudiese ayudar. Al principio la gente se tomó esto como una actitud muy egoista por su parte, luego decidieron ayudarla en lo posible, y al final se cansaron de su actitud.

No llegamos a entenderla, no pudimos comprender sus motivaciones. Sentíamos lastima por ella, por lo mal que lo estaba pasando y la incapacidad de nosotros para ayudarla. A Olatz y a mi nos afectaba la negatividad que emanaba, su tristeza, su manera de percibir la colaboración tan diferente a la nuestra... creo que ella me dió pie para decirle lo que pensaba, puede que precipitase las cosas y por ello se marchara. Sinceramente creo que su lugar no estaba aquí, que ninguno de nosotros creía que su lugar fuese éste. Quizás con una organización más pequeña en un país menos desarrollado, no lo sé.

Es curioso como se le puede haber pasado por alto a la coordinadora de medicina un perfil tan problemático. Es curioso como se diferenciaba Cristina de ella, y de Olatz, y de mi.

SUNKINDARKNESS