Martes, 10/04/2012
Llegamos a las urgencias del hospital B&B de Kathmandú en ambulancia. Pasaron los médicos y tras un breve reconocimiento a Zipi, le pidieron nuevas radiografias. Al cabo de un rato me llegan con una factura para que la abonase, voy a la caja y me doy cuenta de que no tengo suficientes rupees para pagar. Conseguí que me cambiaran 50€ y pagar.
Zipi se hizo las radiografías y mientras yo charlaba con el tipo que las imprimía que groseramente me puso en un par de ocasiones la mano en el muslo. Me preguntó si estaba casada y le dije que con Zipi. Todo sería mucho más fácil si decíamos que eramos marido y mujer.
La doctora vio las radiografias, me dijo que al día siguiente le harían un escaner porque había riesgo de que se hubiese habido desplazamiento que no debía moverse para nada pues podía quedarse paralitico. Con una nueva factura fui a hacer el ingreso y subimos a nuestra habitación donde había 10 boxes. Las enfermeras me traen una lista de medicamentos y me bajo a la farmacia a por ellos y de nuevo a pagar. Ya nos habíamos fundido los 50€ que habíamos cambiado.
Al día siguiente la doctora pasó por la mañana y nos dijo que le harían el CT Scan, al llegar a este me dan una factura para que la abone. Preocupada por la cantidad pues me equivoque al cambio y pensaba que eran 1800€ en vez de 180€, empecé a ir a la administración a ver si podíamos conseguir que la compañía de autobuses se hiciese cargo. Muchos paseos después, muchos mareos después, y tras haber pagado la factura con la visa la compañía de autobuses fue localizada y dijo que se haría cargo.
Por la noche tuvimos buenas noticias, la fractura de la vertebra 11 no se había desplazado por lo que con reposo de 6 a 8 semanas Zipi estaría completamente recuperado. Al día siguiente iríamos al fisioterapeuta y luego nos darían el alta. Por entonces, nosotros aún pensábamos en quedarnos en Kathmandú hasta nuestra vuelta oficial a España... iríamos a algún monasterio budista con algún gurú que nos haría ver la vida de otra manera.
El Sábado Zipi perdió la fuerza en su brazo derecho, le dolía a horrores el cuello y se mareaba continuamente al estar de pie. Nueva tanda de radiografías del cuello, con sus correspondientes subidas y bajadas de escaleras, pagos de facturas ahora sí con la cuenta de la compañía de autobús. Le dieron un collarín a Zipi que al final tuve que ponerle yo. Llamamos a la embajada para informarnos de nuestros derechos, que no son ninguno, pero Mar la chica de la embajada nos empezó a llamar todos los días y a preguntar también a los médicos sobre nuestra situación.
El domingo conseguí wifi, que nos devolvieran el dinero de las facturas, nos llamó la chica de la embajada y le hicieron una resonancia magnética a Zipi. Mandé un mail a todos los médicos que conozco detallando nuestra situación para a ver si podían darnos una segunda opinión, y luego contactamos con nuestros familiares.
El lunes recopilé todas las pruebas en formato digital y las envié a varios médicos amigos para conocer sus opiniones y que los médicos que atenderían a Luis en España tuviesen todos los datos.
El martes nos dijeron que nos daban el alta en cuanto quisiéramos y me hicieron una carta diciendo que podíamos viajar. Fui a comprar billetes a Madrid intentando conseguir asistencia en los aeropuertos. Esto sólo se puede hacer con al menos 48h de antelación, así que volví con un formulario a rellenar por los médicos. Los médicos rellenaron el formulario. Zipi tras hablar con su médico de España y su madre, decidió irse en ese mismo día sin asistencia, por su propia cuenta. Yo no era de la misma opinión, ni los del consulado de Nepal, ni los de la embajada india, pero aún así compré billetes a las 17h30 y a las 18h15 estábamos dejando el hospital en taxi dirección al aeropuerto. A las 21h empezaba nuestro viaje hacia España.
SUNKINDARKNESS