Lunes, 24/12/2012
Laos es un país de lo más auténtico. Sigue teniendo ese lado rural y las ciudades siguen siendo pueblecitos en comparación con el resto de ciudades de los países del sudoeste asiático.
Es el país de las sonrisas. La misma palabra Sawasdee (Sabaidi, pronunciación española) para saludar hace que sencillamente te sientas feliz y hagas feliz al resto que enseguida corresponden el saludo con su amplia sonrisa.
Ese lado rural, que muchos confundirían con pobreza, no es sino un estilo de vida que les da lo suficiente para llenar sus panzas y vivir contentos. No se ven niños desnutridos, ni estrés en las calles... lo cual implica que el resto de países del asiáticos los consideren unos vagos. Es cierto que sólo plantan arroz una vez al año, pero si para ellos es suficiente, tanto mejor.
El couchsurfing aún no se ha desarrollado aquí, y los dormitorios son pocos y caros. Te sale mucho mejor compartir cuarto con un desconocido/a si viajas sólo.
Las chozas de bambú de Laos, su gente, sus sonrisas, los niños saludando sawasdee en cualquier momento, los patos cabreados, los pollos por mitad de los pueblos, las ciudades de sólo dos calles, los ríos y slow boats, las montañas llenas de árboles y las carreteras infernales que las bordean. Laos es un mundo perdido en medio del sudoeste asiático.
SUNKINDARKNESS