Jueves, 27/03/2014
No creo que sea acertado hablar de la belleza del Titicaca
en los términos de hermosura que conocemos. Aquello que hace al Titicaca tan
especial es su altura 3845m de la cual no eres consciente más que en momentos
muy puntuales, no sólo con los sobreesfuerzos de sus ascensiones o el frío de
sus aguas, lo que lo hace inigualable son las montañas nevadas circundantes que
parecen tan cercanas, el sentir las nubes tan próximas, los colores en el ocaso
que hacen irradiar a la mínima brizna de hierba.
La Isla de los Uros (Perú), islas flotantes hechas de bloques de
raíces de totora atados unos con otros. Interesante por la manera que están
confeccionadas y escalofriantes por lo irrisorio de su autenticidad.
La Isla de Amantani (Perú), increíblemente acogedora en un estilo
de turismo vivencial. Todos los paisanos sonrientes dando los buenos días, esos
vestidos tradicionales con los que toda mujer va ataviada, esa deliciosa comida
casera. El templo de Pachamama y Pachatata a 4400m de altura desde donde se
pueden contemplar los limites de la isla.
Esa extraña y burlesca fiesta donde todo turística baila canciones tradicionales vestidos con los trajes típicos peruanos.
Esa extraña y burlesca fiesta donde todo turística baila canciones tradicionales vestidos con los trajes típicos peruanos.
La Isla de Taquile (Perú), de gran contraste después de haber visto
la isla de Amananti. Más descuidada y de menor intercambio cultural con sus
habitantes, bastante taciturnos. Heladas aguas la bordean.
La Isla del Sol (Bolivia), donde el tiempo pierde el sentido en el norte de su isla. En la pequeña cala de la Casa de Rita, desde el ventanal directo a la playa fluvial que la mente confunde con el mar por su oleaje y extensión. Viendo los relámpagos en la oscuridad. Comiendo pejerrey y trucha comprados directamente en la playa y cocinados por Nati. Esos maravillosos desayunos.
Esos restos arqueológicos Incas: La piedra donde se juzgaba a los lugareños que eran enviados al altar de piedra donde se realizaban los sacrificios, el laberinto de perfecta complejidad con una vista inigualable, la piedra sagrada donde se debe pedir un deseo.
Esos restos arqueológicos Incas: La piedra donde se juzgaba a los lugareños que eran enviados al altar de piedra donde se realizaban los sacrificios, el laberinto de perfecta complejidad con una vista inigualable, la piedra sagrada donde se debe pedir un deseo.
La Isla de la Luna (Bolivia), a la que no llegamos a ir, pero que debe de tener unas ruinas maravillosas.
SUNKINDARKNESS