Miércoles, 19/03/2015
Después de una eternidad de viajes, o al menos eso
parecieron, y realmente debió de serlo. Tras un par de autobuses uno de 10h
otro de 5h con su pertinentes 2h de transbordo… el tiempo se dobla en una curva
infinita y pierdes el sentido de pasado y presente. Las quejas de unos, el
cansancio de otros y el malestar en general pesan… y sin embargo al llegar
estás mejor que nunca.
Ese paisaje maravilloso de las Pampas Cañahuas rodeado de volcanes
nevados, la variedad de tonalidades de la madre tierra, esos cactus de mi mismo tamaño, ese creciente verdor, esos
riachuelos, esas terrazas de plantaciones, ese trigo bailando con el viento,
esos animales: vacas, burros rastafari, ovejas embarradas, algún caballo… y al
fin esas llamas, ese símbolo peruano por el que no puedes evitar emocionarte…
sobre todo al ver a esa pequeña criatura con apenas meses.
Esos paisanos de pieles oscuras, vestidos con los más diversos gorros todos ellos de estilo europeo, con esos zapatos de piel marrón, con esos calcetines de lana de alpaca que hacen de calentadores, con esas faldones enaguados, con los cabellos trenzados más allá de la rabadilla, con esas telas coloridas que anudadas en el cuello les ayudan a cargar o con sus niños, o con sus bártulos.
Cabanaconde resultó estar a 3287m de altura, esos pequeños
esfuerzos físicos de los que no te percatas normalmente, una corta carrera,
subir las escaleras, o sencillamente dormir resultaban ser un poquito
dificultosos, aunque no causaron mayor problema.
Tras descansar del penoso viaje desde Nazca hasta el cañón,
nos fuimos a dar un paseo por las inmediaciones y acabamos en una colina con
una cabaña y una cruz desde donde pudimos imaginar cual sería nuestro destino
al día siguiente. El itinerario para el paseo por el cañón lo decidimos gracias
a la información del hostal hippie de la ciudad.
Tras la cargante bajada de 4h, donde las piernas nos
empezaron a temblar y donde de vez en cuando nos escurríamos, cruzamos el
puente y ascendimos un poquito hasta San Juan de Chuccho (2300m). Resultó ser lindísimo. Aquí se debe preguntar
a los paisanos que camino seguir para ir a Cosñirhua puesto que el camino
principal se dirige a Tapay (por lo visto no merece mucho la pena). En San Juan
de Chuccho, Casa de Gloria con césped verde sombreado por Granadinos e
Higueras.
El camino continua bastante nivelado al lado de una acequia
hasta un puente, donde el río invita a refrescarse. Una fuerte ascensión hasta
2660m nos dejará en Cosñirhua. Malata a 10min y en la misma altura, tiene una
plaza de armas bastante bonita. Cerca es posible comprar algo de comer y agua.
En ascensión por la carretera durante una larga distancia, más
tarde descendiendo se llega a una aldea de cabreros con unas porterías de
fútbol. Allí uno puede dejar la
carretera salir de la carretera y coger un sendero que nos acerca a las
chumberas de Paclla.
Tomando de nuevo carretera, llegaremos a otra pequeña aldea
donde los paisanos tras adularlos un poco con lo bellísimo de sus ropajes se
dejan hacer alguna foto.
Llahuar a 2130m se encuentra desciendo hasta el puente. Sus
piscinas de agua caliente relajan el cuerpo tras una intensa jornada de
caminata. Rica cena de sopa de maíz y tras un té con coca se puede jugar a las
cartas, al monopoli o al Jungle Speed.
La ascensión de Llahuar a Cabanaconde de 2130m hasta 3287m
se hace progresivamente primero por carretera seguido de eses escarpadas hasta
un ligero paréntesis que nos acercara a una cascada, para acaba r con otra
ascensión escarpada en ese. Un total de 3h30 hasta la cascada y 1h30 hasta
Cabanaconde. Los últimos por las colinas en ligera ascensión llenas de flores
amarillas y avispas se hace lo más desmoralizador de la experiencia.
Llegar a Cabanaconde exhausto llena de orgullo, la
pequeña insolación recordará lo difícil de la etapa. La recompensa no se deja
esperar, los lugareños sonrientes son de lo más complacientes y que mejor que
descansar en un autobús contemplando el increíble paisaje del cañón, de las
pampas, de los prados,
de los volcanes, de las montañas, de las llamas, los ciervos, los cóndores, el
verde, la tierra, el sol, las nubes… la naturaleza, la vida.
SUNKIDARKNESS