Viernes, 28/11/2014
Al llegar a León, tenía muy claro el lugar donde iba a dormir: Los Flamenco's. Al llegar me vi sin cama por haber hablado de este lugar a unos chicos en el autobús, ¡me dejaron sin cama! Rodolfo me ofreció la hamaca, y por su gran boca y mi gran cara, al final fue él quien durmió en la hamaca y yo en su colchón.
Salí a recorrer el centro de León al atardecer, esa preciosa catedral con las esculturas de Ruben Dario. Viendo la puesta de sol sentada en la plaza de la catedral, Los chicos que vendían helados me rodearon y por mi simpatía me gané un helado gratis.
En el autobús había reencontrado a aquel backpacker de 80 años con el que tan cortamente había conversado en Ometepe, fui a buscarle a su hostal para conocer su historia. Tomamos una birra en Lazy Bones, un hostal con una pinta increíble, y luego fuimos a cenar a un chino. No fue mi intención que pagara en ningún momento, mas me deje llevar.
Por la noche había un desfile con carrozas por las fiestas universitarias de la chica Cuun, nos metimos en todo el medio el mogollón, y yo preocupada por ir con una persona tan mayor. Unas latas de cerveza bebiendo de las experiencias de lo que una pequeña plaza puede ofrecer en Nicaragua.
El jueves salí dirección Las Peñitas bien prontito, el bolso cargado de mis hobbies y sin embargo sólo estorbarían. Sólo necesité ese pequeño libro de "Historias sobre America" para ocuparme el día. Unos cuantos chapuzones, la lectura, ese delicioso pescado frito, ese atardecer viendo a los surfistas, esos paseos intentando que el tiempo pasara rápido para al fin ver la puesta de sol en Pacifico.
Al final Rodolfo, a base de insistir, me ánimo a salir esa noche a la mega fiesta de la chica Cuun. Increíble música, extrañísima experiencia por la cantidad de variedad musical: techo-industrial, rock español(Héroes del Silencio y Mago de Oz) y ese regetón con el que todo el mundo andaba magreándose. Me robaron de los bolsillos todo el dinero y casi la cámara. Sin embargo, me sobre puse y me lo pasé estupendamente.
Salí a recorrer el centro de León al atardecer, esa preciosa catedral con las esculturas de Ruben Dario. Viendo la puesta de sol sentada en la plaza de la catedral, Los chicos que vendían helados me rodearon y por mi simpatía me gané un helado gratis.
En el autobús había reencontrado a aquel backpacker de 80 años con el que tan cortamente había conversado en Ometepe, fui a buscarle a su hostal para conocer su historia. Tomamos una birra en Lazy Bones, un hostal con una pinta increíble, y luego fuimos a cenar a un chino. No fue mi intención que pagara en ningún momento, mas me deje llevar.
Por la noche había un desfile con carrozas por las fiestas universitarias de la chica Cuun, nos metimos en todo el medio el mogollón, y yo preocupada por ir con una persona tan mayor. Unas latas de cerveza bebiendo de las experiencias de lo que una pequeña plaza puede ofrecer en Nicaragua.
El jueves salí dirección Las Peñitas bien prontito, el bolso cargado de mis hobbies y sin embargo sólo estorbarían. Sólo necesité ese pequeño libro de "Historias sobre America" para ocuparme el día. Unos cuantos chapuzones, la lectura, ese delicioso pescado frito, ese atardecer viendo a los surfistas, esos paseos intentando que el tiempo pasara rápido para al fin ver la puesta de sol en Pacifico.
Al final Rodolfo, a base de insistir, me ánimo a salir esa noche a la mega fiesta de la chica Cuun. Increíble música, extrañísima experiencia por la cantidad de variedad musical: techo-industrial, rock español(Héroes del Silencio y Mago de Oz) y ese regetón con el que todo el mundo andaba magreándose. Me robaron de los bolsillos todo el dinero y casi la cámara. Sin embargo, me sobre puse y me lo pasé estupendamente.
SUNK IN DARKNESS