sábado, 28 de noviembre de 2015

Vacaciones familiares en Suiza

Domingo, 28/11/2015

A veces, los mejores regalos son los que se concede uno mismo. Claro que los planetas deben alinearse y el universo debe permitirte disfrutarlo.

Hacía menos de una semana que había re-afirmado mi llegada a la treintena. Varias cosas podían haber causado que en vez de ser un momento dichoso, de celebración, no lo fuese para nada. Y es que en los últimos tiempos estuve sometida a mucho estrés, añadido a la carencia de vacaciones,  a las nuevas responsabilidades en el trabajo, más el dichoso ciclo hormonal, el realizar que uno se está alejando de sus metas personales y, por que no, quizás sentirse mayor y estar más cansado. Sea como fuere, mi cumpleaños lo sentí como el peor de mi vida. No puedo recordar ningún otro en el que haya sentido más tristeza y más inconformismo con todo. A veces, uno debe de dejar de esperar que el universo se alinee y simplemente hacer que todo se conjure a favor de uno.

El jueves a la noche, después de uno de esos días duros de trabajo en Ginebra, llegaron Arturo, Diego, Paula y mi madre al aeropuerto de Ginebra. Faltaba Lorena, todos la echábamos de menos. Ya sencillamente estar con ellos era un premio, una ayuda y un regalo.

Su estancia fue de lo más animada. 

Explicación de Ginebra y sus transportes con una buena cerveza en la mano.


Visita al CERN.

Seguido de un paseo por el centro de Ginebra.


Una copa de vino en una de sus puertas.

Deliciosa cena de cumpleaños.


Desayuno tardío en familia y preparación de sandwiches.

Paseo con raquetas por la estación de esquí de Chamonix. 


Perfecto reposo en las aguas termales de Saint-Gervais-les-Bains.

Fast food con trailers de Star Wars de fondo.


Paseo por el bosque del Saleve nevado.

Muchas cosas en poquito tiempo, pero a un ritmo muy tranquilo.  Sorprendentemente a gusto, y con ganas de repetir. Las primeras vacaciones Orgaz-Hernandéz-Casado desde mis 13 años, desde el divorcio de mis padres, quitando por supuesto las obligadas Navidades.

SUNKINDARKNESS

sábado, 10 de octubre de 2015

Diario de una Notas

Domingo, 10/10/2015

La persona con la que uno se lo pasa mejor, es consigo mismo.

Gran fin de semana. Empezando con humor al recibir una llamada de trabajo al móvil a las 15h08, y mandar, con una amplia sonrisa, al garete al interlocutor explicando que hace 8 minutos que ya no quieres saber nada más del curro.


Esperar que te recojan en el aeropuerto y encontrarte sólo. Pensar: - ¡ah, sí?, pues ahora te vas a cagar, me voy con el primer multimillonario que pase que para eso acabo de aterrizar en Canes.  La sonrisa de los labios se desvanece para dejar paso a una arrugada frente: un multimillonario viajaría en jet y no creo que frecuenten las terminales. Otra sonrisa.

Tomarse con humor la falta de seguridad por el que dirán de la gente de alrededor y decidir que eso no va contigo. Ser el primero en hacer las bromas, en reírse de uno mismo.

Pillar complicidad con desconocidos y ridiculizar lo socialmente aceptado.


Tomar el sol al lado de uno de los circuitos más grandes de Europa de ciclismo, y qué al verte los ciclistas casi dejen de pedalear, y además qué la gente de seguridad del circuito tenga que llamarles la atención para que pedaleen más rápido, y encima qué un grupo de 10 cámaras del circuito vengan con sus motos de cros a sacarte los colores, a hacer derrapes y caballitos para que les mires. Pensar que estar en bikini al lado de este circuito, es bastante parecido a los asaltos de esos chicos en pelotas en los partidos de fútbol o tenis.

SUNKINDARKNESS

lunes, 20 de julio de 2015

Islas Griegas

Lunes, 20/07/2015
Mykonos

Bonita arquitectura la de la ciudad antigua. Demasiada gente y fiesta.


Syros

Auténticamente griego. Los pescadores nos agasajaban con mariscos. La gente de lo más simpática.


Paros

Naoussa es precioso, turismo calmado. Lugar ideal para poder hacer kytesurf o windsurf en la larga playa de Punta. Muy buen vino.


Antiparos

Cuca islita al lado de Paros con una cueva bastante profunda e impresionante.


Creta

El puerto de Chania es precioso, con un ambiente inmejorable.


El lago Kournas rodeado de montañas. Uno no recuerda como nadar sin la salinidad de los mares Griegos.


Preveli es una preciosa playa al final de un cañón enorme. El río con frondosas palmeras a los lados se precipita en el mar.


Valos es una de las calas más bellas. Tres tonalidades diferentes de agua. Precioso. Noctilucas a la noche.


Kythera

Discernir a lo lejos un barco encallado en una isla. Acercarse y contemplar su colosal tamaño. Nadar 1,6Km con una corriente del carajo para poder encaramarte por sus barandillas oxidadas, fue una gozada extenuante. Noctilucas a la noche.


Milos

Kleftiko, en la punta sur oeste de la isla, es una zona de cuevas increíbles para hacer snorkel.


Folégandros

Chora la capital merece la pena disfrutarse con más tiempo. Bonitas calas, algunas bastante hippies con masajes ayurvédicos, tatuajes de henna...


Santorini

La más turística con diferencia de las islas. Isla volcánica en forma de donut, desorientador ver el mar a ambos lados. Tantísima masa de personas que es difícil no tropezar.


Naxos

Lugar reparador. Isla de turismo familiar, tranquila y bella.


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jueves, 16 de julio de 2015

Patoruzu - Navegando en velero por Grecia

Jueves, 16/07/2015


Experiencia que ha sido como un sueño hecho realidad. Un regalo que trae la vida, y qué regalo…

Salto al mar al despertar. Golpe de frío refrescante. Los músculos se tensan y se relajan. Algunas brazadas. Volteretas. Ascenso por la escalerilla. Sentarse en la proa. Secarse al sol. Sentir la brisa.


Atarse las zapatillas. Colocarse el arnés. Agarrar la herramienta de trabajo. Subir peldaño a peldaño y asegurar cada paso con el mosquetón. Ir sintiendo el vértigo. El bamboleo de las olas producidos por los ferrys cercanos. El viento. Sentarse en la cruceta. Seguir ascendiendo. Mirar abajo.

Subir el bote y atarlo. Remos y cabos en su interior. Izar la escalera. Cerrar ventanas. Comprobar que no haya nada que se pueda caer ni dentro ni fuera. Girar la llave. Esperar 10 segundos. Encender motor. Esperar un minuto o dos. Subir el ancla, siempre con la cadena en vertical. Maniobras. Gritar: -Libres.


Apagar motores. Bajar la escalera. Saltar. Nadar. Profundidad del fondo marino: 700m. Bucear el ancho del barco. Asombrarse por la calidez del mar abierto en su primer 1'5m de profundidad. Comprobar que el resto es frío.

Hacer un haz de guía en el puño de driza de la vela Genoa. Pasar los cabos de las escotas por las raíles de delante si vamos en ceñida o de través, en los de atrás si vamos con viento en popa. Desatar la vela de los guardamancebos. Izar la vela. Tensar la escota del lado de sotavento. Casar la vela hasta que no gualtrapee. Pujamen y la baluma casados en armonía. Casar mucho la vela si vamos en ceñida, filarla si el viento viene de la popa.


Sentir las capas de sal acumulándose en el cuerpo y el pelo. La piel cada vez más tersa, cada vez más seca.

Horas muertas en cubierta. Nada que hacer. Mirar el horizonte. Tumbarse al sol. Buscar un pequeño rincón de sombra bajo la botavara. Comer.


Descubrir un color diferente en el horizonte. Decidir acercarse a investigar. Descubrir una ballena hinchable llamada Willy a 5h de la costa más cercana. Rescatarla. Un submarino militar navegando a 5Km.

Seguir el rumbo. Orientarse con las islas que te rodean, con el sol, la luna o estrellas. El compás marca el sendero.


Anochece. El sol en el horizonte. Saturno y Venus no pueden estar más juntos. Estrellas fugaces, meteoritos. El sonido de las olas cambia. Delfines en un mar de noctilucas. Preciosas sombras recortadas en verde fosfórito.

Viento de 30 nudos en la jeta y qué los ojos brillen de entusiasmo enajenado. Timonear a 5 nudos mientras la velocidad aparente es de 15. Casi sentir que vamos a despegar a 8 nudos, mientras el barco escora a más de 45º. Esas frías y refrescantes salpicaduras al rolar las olas. Orzar hasta el limite y derivar… Adrenalina. La lucha con la rueda de timón. Excitación y miedo mezclado. Dominio de las olas, del viento. Cabalgar.


Bañarse a la luz de la luna y ver tus piernas brillar a cada patada. Bucear y tus manos quedan iluminadas a cada brazada. Felicidad extrema. Noctilucas.

Amenacé. El sol en el horizonte. Los delfines aparecen. Se cruzan. Saltan. Aplausos. Más saltos.


Olvidar el tiempo. Confundir las etapas del día, pensando que eran días diferentes. Vivir de sol a sol y de luna a luna en el exterior.

Sentir la tranquilidad del paseo sobre las olas y quedarse dormido al mecer de una cuna. Escuchar el sonido al romper las olas desde el camarote de proa, el agitamiento de una minitormenta. Sueños extraños, descanso intranquilo.


Convivir bajo ordenes, ¿sin preguntar? Convivir en un espacio reducido. Buscar y no encontrar un sitio privado, fuera de miradas ajenas.


Convivir entre sonrisas. Entre tonterías y chistes.


Esa primera pierna del Patoruzu: Adri y su sonrisa, Pato y su amabilidad, Pepe y su picardía, Lorena y sus tonterías, y Manu que nos llevó a surcar el Egeo, el Jónico y el mar Cretense. Gracias por esta increíble experiencia de navegación y convivencia.


SUNKINDARKNESS

martes, 30 de junio de 2015

Paros

Martes, 30/06/2015

Dedicado a Toby, y a Karma el tinto que en mi paladar se transformó en ambrosía.


Tras un comienzo de vacaciones precipitado, cansado, de humor cambiante, de sonrisas forzadas... la vida te cuida y te ofrece algo inesperado. Bellísima amistad.


Zarpamos rumbo Naxos, sin embargo la vida del velero es errática y enseguida todos los pronósticos cambian. Acabamos en Paros, en la preciosa ciudad de Naoussa. Libres de hacer lo que nos apeteciera y con un buen rollo generalizado.


Scooter para ir a Punta a practicar KyteSurf, sin embargo me tuve que quedar con las ganas, no había viento.


Visita de la preciosa cueva de AntiParos.


Navegar en Ketch por las cyclades.


Trabajar en un charter de unas preciosas bailarinas Griegas entre Naxos y Syros, y ganarme unos guantes para navegar.

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martes, 26 de mayo de 2015

Berlín

Martes, 26/05/2015

A veces es increíble como todo se conjura todo para rozar la perfección, es como si realmente existiese magia en el mundo. Aquello que crees que no puede llegar a ser más ideal, se convierte en algo aún más increíble. Berlín, mágico fin de semana.


Stephan me recogió en aeropuerto con flores y cervezas, en casa chupitos de Jägermeister seguidos de un paseo en bicicleta de unos 8Km hasta Bradenburg. The Wall de Pink Floyd en los altavoces, debajo del arco del triunfo fumándonos un pitillo. Cervezas y canutos dejaron paso a un hermoso amanecer que desde nuestras lentes se percibía como el comienzo del Apocalipsis.

Una de las cosas que más me apasiona de los parques en Alemania, es el gentío. Monopatines con velas de windsurf, barbacoas, e-Formula, quioscos con cervezas, música electrónica, huertos comunitarios y tranquilidad…


¿Coincidencia? Momento idóneo para llegar a Berlín: el carnaval de las culturas. Puestecillos con todo tipo de diferentes comidas, cervezas alemanas, conciertos gratuitos… 

La zona del río y ese atardecer tan especial. El Teepee con sus arboles iluminados de colores y escuchando los sonidos de las ballenas… Esa fiesta electro en el garaje embarcadero, seguido de ese concierto ochentero. La lancha amarrada, la cristalera al río y yo sintiéndome capturada por la música de Berlín y la sensación de encontrarme en Venecia.


El muro del este, y ese intento de escalada… The Wall.

Esa fiesta en la fabrica que recreaba esa pesadilla underground que tuve de adolescente, y sin embargo la realidad era tan irreal que era mucho más fácil creerse soñando y aceptar… sensación de volar, de soñar, de no poder soportar más, de bucle, de viajes espaciales y temporales… fractales, infinitos, despegue y aterrizaje…


Otra de está coincidencias perfectas que hacen que te hacen repetir en voz baja “magia”. El carnaval de culturas comenzó cuando apenas nos habíamos acostado, delicioso desayuno en el balcón contemplando 52 camiones con bailes, música folclórica o electrónica, disfraces de todo tipo… 750.000 personas dijeron los periódicos, al menos 20.000 a mi alrededor al sumarnos a las carrozas. ¡Jamás había visto tanta gente junta! Difícil caminar, dar cualquier paso… me sentía una más de un montón de zombies andando por las calles de Berlín tratando de alcanzar el estimulo de la música, los camiones.


Tras lesas primeras 48h, quizás de las más intensas en mi vida, la energía quebró. La necesidad de descanso pudo conmigo, sin embargo no pudimos dejar de darnos un paseo por la feria y subirnos a un par de atracciones.


Visita a Bradenburg y AlexanderPlatz, con un par de interrupciones para dormir en los parques de los alrededores. Termas y saunas para terminar la tarde, y momos para cenar.

La perfección existe. Jamás hubiese podido esperar esa concatenación de acontecimientos y ser consciente en el momento de lo mágico de poder vivirlos.

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martes, 5 de mayo de 2015

Estambul

Martes, 05/05/2015

Pensaba que la opinión generalizada de Estambul estaba sobrevalorada, pero finalmente se me hizo corta la estancia. No tuve tiempo para ver todo lo que me hubiese gustado, ni de recorrer el bazar regateando, ni aprender a cocinar, ni de hacer suculentas compras de olivas, quesos, pastelitos...

Sin embargo conseguí ver 3 mezquitas diariamente, cada cual especial y diferente de la anterior... la que más me decepcionó fue la Mezquita Azul. El interior de la New Mosquee me pareció soberbio, y la mezquita Süleymaniye divina.


Nuestros anfitriones couchsurfer fueron increíblemente hospitalarios, jamás hubiese podido pensar en recibir tanto. 


Mi compañero de viaje, Stephan, resulto ser tan extravagante como yo misma... Yo viajando con las gafas de cristales de colores y él con su calidoscopio. 


Sin embargo si he de quedarme con un momento sería sin duda la visita a la mezquita Süleymaniye. El encuentro con es mujer que me hizo repetir sus rezos a Ala y esa terraza disfrutando de las increíbles visitas de Estambul, del Bosphorus y de la mezquita... Me recuerda a una noche que compartí en el mirador de Zaida contemplando la Alhambra, claro que esto un poco mas cutre.


Şile interrumpió mi disfrute de Estambul, sin embargo me encantó salir de la nube tóxica de la ciudad, llegar a la naturaleza y helarme en el mar Negro (sin flotar como esperaba ya que no es el mar Muerto). El faro al anochecer reluce cual bola de discoteca.


El atardecer en la zona asiatica contemplando el cielo infernal de la zona europea. Disfrutando del paseo marítimo, de unas cervezas y de la pesca de los pájaros. Habré de volver.


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domingo, 22 de marzo de 2015

Sunk in Islandia

Domingo, 22/03/2015

Basta naturaleza extrema en HieloLandia. Cómo describir lo que uno sólo se puede imaginar real en las películas, en mundos de soñados... Rachas tan fuertes de viento que la gente cae al suelo, olas tan grandes como para devorar faros, arcos volcánicos imposibles, lagos increíblemente azules,  columnas de humo provenientes del centro de la tierra, caballos enanos, piedras y pocos árboles, costas llenas de esqueletos... Belleza sin igual, salvaje, indomable.


La arquitectura de los pueblecitos, tan básica y a la vez confortable. Los chalets con sus piscinas de agua termal. Duchas con olor a huevo podrido que a más de uno provocaban arcadas.

La gente agradable, pero escasa. De una gran diversidad de looks, cortes de pelo, ropas... Serios o sonrientes.

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viernes, 20 de marzo de 2015

Mývatn

Sábado, 21/03/2015

Mývatn y sus alrededores resultaron ser también uno de estos lugares impresionantes. Si en cada rincón de Islandia, la belleza podría extasiarte de manera que pudieses quedarte en este lugar para siempre disfrutando sencillamente de la contemplación de la naturaleza... quizás Mývatn no es el lugar por excelencia (en invierno), pero si uno de los que reúne más contrastes como para mantener los ojos bien abiertos y así continuar con esa contemplación llena de preguntas: ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué?


1º De camino Mývatn en uno de los laterales de la carretera merece tantísimo la pena apearse para ir a ver la preciosa catarata de Goðafoss. ¡Tiene una cueva en la que podría ocultarse un dragón!


2º Haciendo la circunvalación del lago, las formaciones de lava de Dimmuborgi son una autentica maravilla. Esos arcos, pirulis, columnas... es como estar jugando en la niñez con la arena húmeda de la playa haciendo churretes, tratando de buscar la formación más extravagante.


3º Hacer un trekking desde Dimmuborgi  a Hverfjall. Subir el volcán y caminar por arriba de sus faldas viendo el precioso crater y el paisaje. Sentir que eres un intruso para el viento, perder un rato contemplando la estructura de las rocas despergidadas por el suelo y sus compuestos.


4º Grjótagjá, esa cueva con agua a 42º donde los duendes roban carteras y calzoncillos, pero más que nada, hacer equilibrios cerca de la grieta de la que salen las fumarolas y ver la separación de las placas tectónicas europea y atlántica.


5º Hverir y el lodo haciendo 'ploff, ploff'... Tan divertido estar sumido en una nube de huevos podridos  y al final acabar haciendo una batalla de barro.


6º Relajarse en las aguas calidas de Mývatn Naturebaths (http://www.jardbodin.is/en/)


7º Disfrutar de un eclipse casi completo, no tiene precio. Qué en toda la isla esté nublado y se abran las nubes para dejarnos mirar sólo a nosotros, lo es más.


8º Viajar a los escenarios de Prometheus contemplando Dettifoss, enfrentándonos a esas carreteras sin limpiar y conseguir no salirse de la carretera... intenso.


9º Ver las estaciones geotermales de Krafta y sentir de nuevo esa sensación de agobio con la peste circundante... (seguro que en verano merece la pena, en invierno no mucho)

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