Jueves, 4/10/2012
En el trayecto a Moscú apenas me dio
tiempo a cerrar los ojos, así que al llegar a las 6h15 hora local estuve
zigzagueando cual zombie por la terminal hasta ver una maravillosa moqueta
(sucia) donde decidí instalarme para dormir. Una vez hice mi cama, unos chicos
que iban en mi vuelo me saludaron. Les pregunté si iban a Beijing, resultó ser
que sí, así que vinieron a hacerme
compañía y yo me quedé sin mi ansiado reposo. Estuvimos charlando sobre China y
mi viaje, las horas pasaron rápidamente.
Al embarcar a Pekín me estaba quedando dormida de pie en la cola. Entre sueñecitos, algo de lectura y las comidas las 8 horas de vuelo volaron.
Tras llegar a Beijing a la 1h05 y cruzar
la aduana, mis nuevos amigos y yo cogimos un taxi hasta mi hotel. Me dejaron en la puerta y se fueron a dormir a su despacho. Tras un breve intercambio de
información con el recepcionista llegamos a la conclusión de que ese hotel no
era en el que yo había reservado, y pacientemente me indicó como llegar andando hasta el mio. Eran las 2h15. Me crucé con algunas personas por la calle, pero todo
estaba la mar de tranquilo.
Al llegar a mi hotel, recepción estaba
cerrado. Me recorrí todos los pasillos esperando encontrarme a alguien, pero al
final di con un sofá que a pesar de estrecho y lleno de polvo parecía
confortable. Hice de nuevo mi cama con la sábana india y la manta del avión...
¡y no pude dormir nada!
A las 6h30 de la mañana el hostel hervía
de actividad, mas ningún recepcionista andaba a la vista. Por fin, a las 8h
apareció una chica, mi cama no estaría libre hasta las 10h. Al menos
había wifi, podría escribir en el blog... Pues no. Blogger y facebook están
capados en china.
Todo tiene sus pros y contras. Fueron muchas horas de
esperas en aeropuertos, de aviones, de mal dormir en sitios llenos de mugre,
... pero me ahorré pagar el taxi y una noche de hotel.
Aún sin dormir y con el mal cuerpo del yetlag quedé con uno de los chicos que conocí en el aeropuerto para cambiar dinero y comprar una batería para el netbook que me han prestado, tras lo cual dormir 12 horas seguidas.
Aún sin dormir y con el mal cuerpo del yetlag quedé con uno de los chicos que conocí en el aeropuerto para cambiar dinero y comprar una batería para el netbook que me han prestado, tras lo cual dormir 12 horas seguidas.
SUNKINDARKNESS