Martes, 08/04/2014
Pisac pueblo no me llamó especial atención, quizás sólo por
sus reliquias… la extensa antigua ciudad con su templo del sol muy bien
conservado.
Lo mejor fue la sensación de paz y armonía con mi cuerpo
después del ritual del día anterior. Esa ascensión rítmica, sin pausa y sin
prisa. La sensación de tranquilidad y el poder compartirlo sin necesidad de
palabras. Ese precioso momento de conectividad con la hermana piedra del Templo
del Sol.
Disfrutando del silencio hasta que se rompió con la llegada
de los visitantes. Esa gruta hacía la parte masificada.
SUNKINDARKNESS