Viernes, 09/11/2012
Tras 18h de autobús desde Dali a
Jinghong (en la agencia que reservé el autobús me dijeron que eran
11 horas, pero lo que realmente me querían decir era que llegaría a
las 11h), había perdido el autobús diario a Luang Namtha. Compré
un billete hasta Mengla la ciudad más cercana a la frontera con
Laos, para probar suerte allí.
Al llegar a Mengla, me dicen que no hay
autobús hasta Luang Namtha hasta el día siguiente, así que llamo a
Peter el couchsurfer para que me explique como puedo pasar la
frontera sin más dilación. Son las 15h30 y la frontera cierra a las
16h30, además llegar hasta allí me llevaría 1h30... así que me
decido pasar la noche en Mangla y dejar a Fernando, mi primo plantado
con una cerveza en la mano esperándome.
Peter me explica que han venido unos
familiares a verle y que su casa está hasta los topes de gente, así
que paga la habitación doble de camas separadas donde dormiremos los
dos (qué cosas, eh?).
Nos fuimos a dar una vuelta por Mengla,
la ciudad no tiene en si nada de bonito, sólo la arquitectura de los
edificios parece ser más cercana a la thailandesa que a la china.
Nos desviamos y nos vamos a las aldeas cercanas, donde nos
encontramos con una pela de gallos. Andamos un poco más por el
campo viendo los mares de plataneros.
Cuando empieza a caer el sol estamos de
vuelta en la ciudad para ir a cenar. La comida que pide Peter no
tiene nada que ver con lo que he comido hasta ahora en China. Me
acompaña al hotel y yo pienso que se quedará un rato para hacerme
compañía, pero no... acampa en la cama de al lado dispuesto a
dormir. Ha pagado él la habitación y realmente creo en que su
intención no es perniciosa, así que intento dormir pero de repente me dice que si me puede pedir un favor: un beso español, o un beso francés. Flipo y contesto que no. Intento dormir, pero me he quedado con mal cuerpo, él nota que no estoy dormida, así que me da coba preguntándome acerca de las corridas de toros en España. Se sienta en mi cama, y le digo que estoy cansada, no tardo ni 2 minutos en dormirme.
Nos levantamos al día siguiente, desayunamos juntos y me subo en el autobús a Luang Namtha, Laos. En el autobús no puedo evitar silbar la canción de "Be happy".
Nos levantamos al día siguiente, desayunamos juntos y me subo en el autobús a Luang Namtha, Laos. En el autobús no puedo evitar silbar la canción de "Be happy".
SUNKINDARKNESS