Viernes, 10/05/2013
Llegué a Colombo el lunes por la tarde, supuestamente me iba a albergar el mismo couchsurfer que la vez anterior que había estado en Colombo, pero me dejo completamente plantada. Llovía muchísimo y anduve cerca de 30min buscando algún hotel donde pasar la noche, al final un chico bastante majo me invitó a dormir en el apartamento que compartía con una chica.
Fuimos a comprar algo de cena, cené en su casa y agotada me fui a dormir a las 21h30. Supuestamente el muchacho me había cedido gentilmente su cuarto, pero se metió también él en la cama a dormir. me pasó una mano por encima de la cintura y se la quite gentilmente, y 2h más tarde hizo un nuevo intento. Le quite le mano, le dije que no y me la volvió a poner encima. Me fui derecha al salón a dormir.
Al día siguiente, martes, me daría cuenta de que el apartamento era el apartamento de una querida de un hombre casado y que el muchacho que tan gentilmente me había acogido bajo la lluvia debía ser su guardián.
Fui a la embajada India a recoger el visado y por la tarde decidí que Colombo no era para mí y me fui a Negombo.
Negombo resulto tener una playa inmensa, muchos chiringuitos y restaurantes y el couchsurfer que me acogió fue super gentil conmigo. Me dio rabia no pasar más tiempo allí.
El miércoles, un amigo de mi couchsurfer, me recogió en casa y me dejó en el aeropuerto. Cogí el vuelo a Chennai sin incidentes y al llegar una cola inmensa me esperaba para sellar el pasaporte, me junté colé junto a unos europeos que estaban apunto de pasar el control, alegando que sino perdía el tren.
Salí del aeropuerto me encaminé a la estación de tren y fui hasta Chennai Central Park, primero en 1st class y luego cuando me cazaron con un billete de segunda, en el compartimento de Ladies. Ya no me impactaba ver a las vacas y gente tumbada en las estaciones bajo el ardiente sol.
En la estación de tren de Chennai Central, estaba esperando a Venkat mi antiguo couchsurfer del año pasado, cuando conocí a los que más tarde serían mis compañeros de vagón, qué increíble coincidencia.
Venkat me trajo mi billete a Bangalore, pasamos 30min juntos, charlamos entretenidamente y subí corriendo al tren cuando se ponía en marcha.
Mis compañeros de asiento eran una pareja extraña, un nigeriano enorme cristiano hasta la medula y un indio astrólogo que me estuvo hablando durante 7h acerca misticismo, energías y astrología. El viaje se me hizo super corto con la confidencialidad del astrólogo, yo le escuche a él y él a mí y me sentí super a gusto.
La llegada a Bangalore fue una odisea. El móvil de Alberto, un coleguita vasco, no daba línea, conseguí conectarme al facebook desde el móvil patata del nigeriano donde tenía un mensaje diciéndome que le habáin cortado la línea, conseguí localizar a Alberto desde el móvil del astrólogo, cogí un autobús a donde se suponía que me debía encontrar Alberto, allí no estaba y la gente de la tienda Airtel decían que no habían visto a ningún blanco por el lugar. Desesperada llamé al astrólogo, que tenía el numero de Alberto, éste se puso en contacto con él, seguí esperando, pero no aparecía... al final de repente llegó un rickshaw y recibí un fuerte abrazo.
Tras intentar ir a algún bar a tomarnos una cerveza, tuvimos que ir a casa puesto que había ley seca por las elecciones. Quesito, salchichón, pan, kingfisher, risas, charla en español y ver a alguien conocido sin tener que hacer estúpidas presentaciones... no se puede pedir más. Ya me había tomado unos chais en el tren y fumado unos biris, así que super contenta.
El jueves desayuno de lujo y día tranquilo en la preciosa mansión de Alberto. Por la tarde-noche nos tomaríamos unas cervezas tranquilamente en casa y saldríamos a la fiesta mensual internacional, donde había gente bastante interesante.
Una cosa llevó a otra y acabamos en la casa de un indio, donde se sirvieron whiskys para los hombres, y más tarde en casa de Alberto cantando en el karaoke.
El viernes tocó empaquetar de nuevo la mochila casi a desgana y coger un tren a Anantapur.
SUNKINDARKNESS