Viernes, 09/03/2012
Llegamos a la estación de autobuses de Kottayam, cogimos un rickshaw hacia el embarcadero, comimos en 15min un delicioso Masala Fish y abordamos el ferry hacia Alleppey. Nos quedábamos atorados entre preciosas plantas acuáticas, quizás por eso tardamos en vez de 2h30 unas 3h15 en el trayecto.
La vida en el canal por el que transitábamos era fascinante, encontrabas belleza en cada recoveco, estaban bordeados por plantaciones de arroz verdes.
Al llegar a la vía principal, donde se terminaba el canal y se abría a grandes lagos, las casas flotantes surcaban al principio por decenas al final por centenares las aguas de Alappuzha.
Al llegar a Alleppey, Jay mi couch nos estaba esperando. Nos llevó a su guest house y nos concedió la habitación. Al ser nosotros sus invitados y el llevar un negocio nos dijo que si la alquilaba que nos tendríamos que ir a dormir a otro lado, y así pasó. En menos de 5 minutos había alquilado la preciosa habitación con vistas al mar. Otro amigo de couchsurfing nos alojaría en su guest house esa noche, al día siguiente sí dormiríamos en ese idílico lugar.
Charlamos con Jay en español, nos tomamos unas cervezas con él y encargamos algo de cena en uno de los restaurantes de sus amigos, cenamos tranquilamente, y dimos un precioso paseo por la playa de noche.
Al día siguiente, Jay nos había organizado un tour por las backwaters a precio de amigos, luego nos enteraríamos que ese precio era la mitad de lo que suele pagar la gente. Cogimos un ferry con Kunjachan y a en una hora estábamos tomándonos el rico desayuno que nos había preparado su mujer: Noodles de arroz con azúcar de coco y ralladura de coco. Nos tomamos un chai mientras Kunjachan preparaba su canoa con cuatro asientos (2 chicas francesas y nosotros) y nos fuimos a explorar los canales de su región. El remaba mientras nosotros absortos y relajados contemplábamos decenas de especies de pájaros. En las zonas donde las plantas acuáticas, que no sé como se llaman, nos dificultaban el paso Zipi ayudaba a remar. Nos bañamos en una zona 'limpia' que tenía un pequeño embarcadero desde el cual saltar. Una sensación oleosa te entraba al lanzarte al agua. Seguimos el paseo por los canales y paramos a comer en casa de un amigo de Kunjachan. La comida más rica que he probado en la India con diferencia. El premio se lo llevo la crema de mango verde, algo realmente sublime.
Cuando estábamos llegando al lugar de partida de la ruta por los canales, compramos una cerveza de coco que me recordó a sidra. Terminamos tomándonos un té negro contemplando los arrozales. Cogimos de nuevo el ferry hasta Allapuzha y la sensación de bienestar era completa.
Llegamos a Allappey y como reyes teníamos a uno de los empleados de Jay esperándonos. Nos llevó al supermercado para poder comprar así algunos ingredientes para la cena de la noche, y de vuelta al Mandala Guest House.
Pitillo y al agua patos. El mar estaba revuelto y al intentar meterme dos metros dentro el Mar Arábigo me sacó arrastras de sus aguas. Tenía arena por todos los lados de la cual creo que me deshice después de dos duchas.
Por la mañana, desayunamos tostadas con pa amb tomaquet y unos zumos de naranja. Nos despedimos de Jay dándole mil gracias por su hospitalidad y a la estación de buses. Bus directo a Kochin.
SUNKINDARKNESS