Jueves, 01/03/2012
A la llegada a Puducherry llamé a Shyam, mi couch, y le pregunté el precio del auto hasta su casa. Conseguimos que un rickshaw nos cobrase el precio justo y en 15 min estábamos instalados en un maravilloso cuarto en un pueblecito cercano.
Mientras Zipi lavaba la ropa, yo me fui a comprar unos biryanis con Shyam en su moto. Comimos Zipi y yo en el suelo de la terraza, me conecté un ratito a internet, masajito y siesta.
Una vez cayó el sol salimos a alquilar una moto para nosotros, pero aún así preferí ir de paquete con Shyam... más seguridad.
Nos dimos un paseo por el bello paseo maritimo, nos hicimos unas fotos en la Place de la Republique con Gandhi y contemplamos los estragos del ciclón en el parque Bharathí. Jugamos al badmintón en la oscuridad, nos bebimos unas cervezas en el Hotel Qualithe y pedimos ternera para llevar.
Cenamos en la azotea de nuestra casa. La ternera, estilo chop suey, estaba deliciosa. Un rato de tertulia y a dormir.
El miércoles nos despertamos temprano. Shyam nos hizo un mapa para ubicarnos, nos fuimos a tomar unos chais y bajamos con la moto a Pondicherry. Dimos un agradable paseo matutino de dos horas por las calles de Pondy, tenían mucho más encanto de noche.
A mediodía nos acercamos a Auroville tras un breve paseo por la zona universitaria debido a que nos pasamos el desvío pertinente. Dimos una vuelta por la zona y nos sentamos a comer decepcionados por no haber captado la esencia del lugar. Pizza de jamón con champiñones y ensalada de rúcula... casi me vuelvo loca.
Nos acercamos a Quiet Beach con Shyam. Jugamos al frishbee, nadé (por fin) en el indico y nos bebimos una botella de Peregrino.
Cenamos en un café en Pondy, hamburguesa y perrito (día guarro a tope). Y al ir a pagar no encontramos mi monedero rojo. Por lo visto en la playa nos debieron de robar el monedero rojo y una navaja.
Fuimos a casa a pegarnos unas duchas y luego de nuevo a Pondy para devolver la moto. Esto fue un poco más tarde de lo que debíamos así que nos cobraron una penalización, menos mal que no se dieron cuenta de que había roto el espejo retrovisor por la mañana haciendo el capullo. Subimos Shyam, Zipi y yo en la moto fuimos a pagar la cena al café y comprobamos que Pondy está muerto entre semana.
Shyam nos llevó cerca del aeropuerto de su casa. Era un camino oscuro, sin casas cerca. Nos contó que el camino antiguo que conectaba su pueblo a Auroville lleva cerrado 10 años porque hay fantasmas. Mucha gente siente presencias que caminan a su lado, que le llaman... La policía encontró 26 cadáveres en una brecha en la tierra y ya no se atreven a ir allí. Ni de día, ni de noche. Antes de contarnos todo esto, justo cuando dijo que si creíamos en fantasmas, las lágrimas empezaron a resbalara por mis mejillas... no tengo ni idea de él porque. Fuimos andando él y yo en la oscuridad hacia la puerta que cierra el camino. A 50m de ella, de un paso para otro, una angustia recorría mi ser, una tristeza infinita. No creo en esas cosas, pero algo realmente negativo debía haber en el ambiente.
En casa nos abrimos unas cervezas, pusimos música y a bailar. Se apreciaba la diferencia de culturas en la forma de bailar de Shyam. Al final me fui a acostar incómoda por tener que mediar en la polémica de los diferentes gustos musicales de los chicos
Despertamos, hicimos la mochila, nos despedimos y hacia la estación. Next stop Chidambaram.
Cuando iba en el rickshaw vi una perra con un prolapso, ¿es eso posible?
SUNKINDARKNESS