miércoles, 11 de abril de 2012

Viajando a España

Miércoles, 11/04/2012

Llegamos al aeropuerto a las 19h hicimos el checkin en la zona de business, porque Zipi tenía esa clase de billete para poder ir el viaje tumbado, pues no puede estar tumbado a más de 30º. Yo compré mi billete en clase económica.

Hicimos la cola de inmigración, me empezó a dar un bajón de tensión y me tomé una chocolatina, pasamos los controles y embarcamos. Zipi se quedó en clase business donde le cuidaron muchísimo. Yo por mi parte estuve sentada al lado un chico que tomaba su primer vuelo y me imitaba en todo. Vi Sherlock Holmes 2 que no la pude ver en el cine y la nueva serie Alcatraz.

Al llegar a Doha desembarqué y me subieron a un autobús, a pesar de intentar ir donde esperaba que estuviese Zipi. Me llevaron a la cola de transito para billetes económicos, pero tras mucho insitir me llevaron a la zona de business donde esperaba que Zipi me estuviese esperando. Zipi no estaba, me dijeron que le traerían en breve en silla de ruedas.

No me dejaban hacer el tránsito por zona business, ni ir a la zona lounge. Al final cedieron en lo primero y no en lo segundo. Zipi se fue a la zona VIP, mientras yo me desmoronaba en un sofá enfrente de la puerta de embarque. No le vi embarcar, y me cerraron la puerta de embarque. Me dejaron a entrar y me llevaron en un cochazo hasta el avión, donde me di cuenta que me olvidé de las radiografías de Zipi en la terminal.  Tras avisar y sentarme en mi asiento, me avisaron de que las habían recuperado.

Al llegar a Madrid, una silla de ruedas estaba esperando a Zipi. Fuimos hasta la zona de recogida de equipaje juntos. Él salió a reunirse con su familia, mientras yo recogía las mochilas.

Me reuní con mi familia y nos dimos unos sentidos abrazos. Se llevaron a Zipi en ambulancia y yo me fui a casa a darme una merecida ducha tras 6 espantosos días en Nepal. Mas tarde iría a hacerme unas pruebas por mis dolores de espalda desde el accidente.

SUNKINDARKNESS

martes, 10 de abril de 2012

B&B Kathmandú

Martes, 10/04/2012

Llegamos a las urgencias del hospital B&B de Kathmandú en ambulancia. Pasaron los médicos y tras un breve reconocimiento a Zipi,  le pidieron nuevas radiografias. Al cabo de un rato me llegan con una factura para que la abonase, voy a la caja y me doy cuenta de que no tengo suficientes rupees para pagar. Conseguí que me cambiaran 50€ y pagar.

Zipi se hizo las radiografías y mientras yo charlaba con el tipo que las imprimía que groseramente me puso en un par de ocasiones la mano en el muslo. Me preguntó si estaba casada y le dije que con Zipi. Todo sería mucho más fácil si decíamos que eramos marido y mujer.

La doctora vio las radiografias, me dijo que al día siguiente le harían un escaner porque había riesgo de que se hubiese habido desplazamiento que no debía moverse para nada pues podía quedarse paralitico. Con una nueva factura fui a hacer el ingreso y subimos a nuestra habitación donde había 10 boxes. Las enfermeras me traen una lista de medicamentos y me bajo a la farmacia a por ellos y de nuevo a pagar. Ya nos habíamos fundido los 50€ que habíamos cambiado.

Al día siguiente la doctora pasó por la mañana y nos dijo que le harían el CT Scan, al llegar a este me dan una factura para que la abone. Preocupada por la cantidad pues me equivoque al cambio y pensaba que eran 1800€ en vez de 180€, empecé a ir a la administración a ver si podíamos conseguir que la compañía de autobuses se hiciese cargo. Muchos paseos después, muchos mareos después, y tras haber pagado la factura con la visa la compañía de autobuses fue localizada y dijo que se haría cargo.

Por la noche tuvimos buenas noticias, la fractura de la vertebra 11 no se había desplazado por lo que con reposo de 6 a 8 semanas Zipi estaría completamente recuperado. Al día siguiente iríamos al fisioterapeuta y luego nos darían el alta. Por entonces, nosotros aún pensábamos en quedarnos en Kathmandú hasta nuestra vuelta oficial a España... iríamos a algún monasterio budista con algún gurú que nos haría ver la vida de otra manera.

El Sábado Zipi perdió la fuerza en su brazo derecho, le dolía a horrores el cuello y se mareaba continuamente al estar de pie. Nueva tanda de radiografías del cuello, con sus correspondientes subidas y bajadas de escaleras, pagos de facturas ahora sí con la cuenta de la compañía de autobús. Le dieron un collarín a Zipi que al final tuve que ponerle yo. Llamamos a la embajada para informarnos de nuestros derechos, que no son ninguno, pero Mar la chica de la embajada nos empezó a llamar todos los días y a preguntar también a los médicos sobre nuestra situación.

El domingo conseguí wifi, que nos devolvieran el dinero de las facturas, nos llamó la chica de la embajada y le hicieron una resonancia magnética a Zipi. Mandé un mail a todos los médicos que conozco detallando nuestra situación para a ver si podían darnos una segunda opinión, y luego contactamos con nuestros familiares.

El lunes recopilé todas las pruebas en formato digital y las envié a varios médicos amigos para conocer sus opiniones y que los médicos que atenderían a Luis en España tuviesen todos los datos.

El martes nos dijeron que nos daban el alta en cuanto quisiéramos y me hicieron una carta diciendo que podíamos viajar. Fui a comprar billetes a Madrid intentando conseguir asistencia en los aeropuertos. Esto sólo se puede hacer con al menos 48h de antelación, así que volví con un formulario a rellenar por los médicos. Los médicos rellenaron el formulario. Zipi tras hablar con su médico de España y su madre, decidió irse en ese mismo día sin asistencia, por su propia cuenta. Yo no era de la misma opinión, ni los del consulado de Nepal, ni los de la embajada india, pero aún así compré billetes a las 17h30 y a las 18h15 estábamos dejando el hospital en taxi dirección al aeropuerto. A las 21h empezaba nuestro viaje hacia España.

SUNKINDARKNESS

jueves, 5 de abril de 2012

Viajando al norte

Jueves, 05/04/2012

Cogimos una vez más billetes de general, pero nos subimos en los vagones de sleeper. Encontramos una litera de arriba vacía y allí colocamos las mochilas. Sin ventana y con un calor infernal, antes de que el tren saliese hacia su destino, Zipi bajo a comprar algo de comer y una botella de agua.

El tren se puso a andar, Zipi no aparecía... se subió al tren en marcha habiéndose tirado previamente todo el dhal por encima del bañador. Después de 7 horas tortuosas de calor en el que algún sueñecito nos echamos. Llegamos a Gorakphur.

Cenamos y cogimos un bus tortuoso, más pequeño que una lata de sardinas donde no nos entraban ni las piernas ni los traseros en los asientos, y 2 horas más tarde llegamos a la frontera con Nepal.

Cogimos un bicycle-rickshaw que nos llevó primero hasta la frontera India, donde dijeron que fuéramos mañana a hacer los papeles puesto que estaban durmiendo. Así que clandestinamente pasamos la frontera dormimos en Nepal y al día siguiente fuimos a rellenar los formularios. Me dijeron que al haber hecho un voluntariado tendría que tener una carta de registro en la policía, si la tengo no sé donde está. Al final, me dejaron irme a Nepal sin más.

Al llegar al puesto fronterizo nepalí, pagamos nuestra visa en euros y fuimos corriendo al autobús que nos esperaba con destino Kathmandú. Desayunamos, nos subimos a una lata de autobús no mucho más grande que la del día anterior, y yo me desnuqué.

Un ruido de un frenazo, un derrapaje, y Zipi gritando 'Vero, Vero' a la que abría los ojos y veía mi cuerpo sin gravedad dentro del autobús. Volví a abrir los ojos y Zipi me decía hay que salir de aquí. Miré hacía adelante y vi cayendo un montón de gasolina dentro del autobús. Imagenes de explosiones vinieron a mí, todas las películas de Stalone.


Salí del autobús y Zipi me dejó en la cuneta mientras él iba a recuperar mis chanclas y la cámara. El autobús se encontraba en el carril contrario en el sentido contrario al que íbamos y con las ruedas hacia arriba. Zipi empezó a marearse y le senté en la cuneta, decenas de personas se agolparon alrededor de Zipi para saber que le pasaba.
Saqué las pesadas mochilas con ayuda de algunos militares, me dolía muchísimo la espalda y no podía cargar con ellas. A Zipi empezó a dolerle la espalda muchísimo, así que al final se lo dije a un militar y le montaron en una ambulancia. A los primeros que ofrecieron ambulancia para ser trasladados al hospital fue a los blanquitos, nosotros la declinamos en favor de otros que estaban peor, mas al final Zipi fue en el segundo viaje de la ambulancia al hospital que estaba a 10 minutos.

Me pareció increíble la velocidad con la que habían llegado los militares y habían organizado la situación. Tras ver como partía la ambulancia con Zipi sin esperarme, pedí que por favor se parase algún coche para que me llevase al hospital con mi amigo. Enseguida un coche militar nos cogió a Taylor y a mí y nos escoltaron hasta la sala donde estaba Zipi.


Nos hicieron unas radiografías. En las mías no se detectaba nada, sin embargo en las de Zipi se percibía una ligera fractura en la vertebra 11. Serían 6 semanas de reposo aquí o en España, nos dijeron. El doctor y yo nos fumamos un pitillo tranquilamente, me explicó que no deberíamos pagar nada porque la compañía de autobuses se haría cargo de nosotros, que debía contactar con la embajada y que nos referenciaban a un hospital de Kathmandú.

Nos subimos a una ambulancia y hacia Kathmandú. Paramos a tomar un chia y un dhal bat. El monzón empezó en mitad de nuestro trayecto y envueltos en la tormenta llegamos al hospital B&B de Kathmandú.


SUNKINDARKNESS

martes, 3 de abril de 2012

Varanasi

Martes, 03/04/2012

Llegamos a Varanasi por la mañana un poco somñolientos de la mala noche del tren. Uno de los couchsurfers nos estaba esperando en la estación para dejarnos en una guest house cerca de las gathes. Tras una ducha salimos a comer y luego tras una merecida siesta nos levantamos como zombies para ir a dar un paseo por las gathes.



Al principio del paseo no me enteraba de nada, mil imagenes inconexas aparecían ante mí y mi limitado cerebro no podía analizarlas y catalogarlas todas. En algún momento desperté y vi salir a un grupo de búfalas del ganges. Ahí fue cuando me enamoré de Varanasi.


Anduvimos hasta el gran crematorio y nos quedamos sentados cerca de media hora en sus escaleras. Intentaron vendernos drogas varias al ver que no estábamos interesados, intentaros echarnos de las escaleras... mas sólo hasta que decidí irme nos mantuvimos sentados. Los fuegos mortuorios alumbran la noche, y al lado un grupo de niños jugando al cricket.


Nos encontramos con otro couchsurfer que me hizo ver la ciudad a través de sus ojos y me quedé anonadada por su manera de ver la vida, las horas pasaban volando.



Al día siguiente al levantarnos, hicimos la mochila para mudarnos a un guest house más céntrico y barato. Dimos un paseo por el mercado. Comimos con nuestros amigos de couchsurfing y luego dimos un paseo en barco por el ganges hasta la otra orilla. Al volver a Varanasi nos tomamos un bang lassi y fulminados caímos en una espiral de risas que se vio interrumpida al tomarnos un ginger lemon honey.



El jueves nos levantamos antes del amanecer y nos acercamos al Ganges a hacer yoga. Al final acabé haciendo yoga yo y Zipi tomándose un chai en las ghates. Una niña se sentó a mi lado y al abrir los ojos tras mi meditación me pidió un chai con galletas. Desayunamos juntas al lado del holi river.


Tras una siesta matutina, fuimos a comprar algunas pashminas, decepcionados por los precios y sin ganas de regatear volvimos al hostal. Por la tarde yo estaba un poco desganada, pero acompañé diligentemente a Zipi con sus compras. Fuimos a ver la puja . Cansada volví a casa y Zipi se fue a cenar. Trajo al cuarto un lassi para mi y dos tarros de nata de búfala que se tragó como un pato.


El viernes Zipi amaneció enfermo, como siempre que íbamos a hacer un trayecto largo de viaje, sí que decidimos quedarnos un día más disfrutando de Varanasi y sus encantos. Por la mañana descansamos en el cuarto, yo leía mientras él andaba yendo y viniendo al cuarto de baño y por la tarde más compritas.

Al día siguiente yo preparaba mochilas mientras Zipi fue a comprar algunas cosas más que tenía en mente. Cogimos un auto y a la estación de autobuses destino Nepal.

SUNKINDARKNESS