martes, 30 de abril de 2013

Ella

Martes, 30/04/2013

El recorrido en tren de Haputale a Ella no me pareció ni mucho menos tan impresionante como el de Kandy a Haputale. Es cierto que pasamos cerca de alguna plantación de té y de dos grandes cascadas, de arrozales, puentes... pero todo el paisaje estaba mucho más urbanizado, así pues no fue tan impresionante.


Ella tampoco me atrajo especialmente la atención, me pareció mucho más grande, urbanizada y sucia que Haputale y no le vi el encanto. Unas chicas francesas fueron por a dar un paseo por las vías del tren e hicieron fotos muy bonitas, pero nada más.

Al esperar nuestro autobús hacia Tissamaharama se puso a diluviar, los tuctucs apenas podían avanzar por el río en el que se había convertido nuestra carretera. Al llegar el autobús las zapatillas acabaron empapadas.


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Haputale

Martes, 30/04/2013

El lunes cogí el tren de Kandy a Ella. Leí, vi el maravilloso paisaje de plantaciones de té con la gente cultivándolos, las cascaditas, los ríos... maravilloso.


En la estación de Hatton se subieron Nuria y Josep la pareja española que conocí en Kandy y pasamos el resto del tiempo juntos charlando, decidí bajarme en Haputale con ellos y no ir a Ella hasta el día siguiente.

Al llegar a Haputale, había gente esperándonos para acomodarnos. Encontramos un sitio adecuado para la activa noche que tendríamos por delante.


Fuimos a comer algo y tras la siesta nos volvimos a reunir para tomarnos una cervecita y jugar al Junglee Speed.

A las 3h30 de la mañana trataríamos de conseguir la working holiday visa para Nueva Zelanda, mas no tuvimos suerte. Yo que ya me veía haciendo de figurante Elfa para el Hobbit 3, ¡qué rabia!


El martes a las 9h estábamos en pie. Desayunamos, cogimos un autobús y un tuctuc y llegamos a Lipton Sead, la niebla ya no permitía ver todo el panorama, pero la bajada hasta la fabrica de té, fue impresionantemente bonita. Entre las plantaciones de té, sus cultivadores, las pequeños pueblecitos de estos, los canales de riego... ¡maravilloso!


No dio tiempo a visitar la fábrica, pero sí a tomarnos un té antes de coger el autobús hasta Haputale.

Hicimos la mochila y fuimos a la estación a coger el tren hacia Ella.

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lunes, 29 de abril de 2013

Kandy

Lunes, 29/04/2012

El tren de Colombo a Kandy en 3ª clase era baratísimo. Intenté andar despierta para subirme de los primeros en el vagón y así pillar un sitio para ir sentada, no tuve suerte.

El vagón estaba abarrotado, así pues tras 5min de pie me fui a otro vagón y me senté en el pasillo. Llegaron los revisores, me dijeron algo, pero me dejaron quedarme. Así pues fui viendo todo el paisaje desde la puerta y leyendo en el portátil  hasta que empezó a llover a raudales.


Cuando empezó a llover, abrí el compartimento del guardia, le explique y me dejo entrar. Conmigo se colaron otras personas.

Me quedé sin batería en el ordenador justo a tiempo para contemplar la bella puesta de sol entre la jungla.


Al llegar a Kandy un tuctuc me estaba esperando y me subió al hogar de la madre de Benjamin, mi nuevo couchsurfer.

Tras charlar un poco con ella, me instaló en un cuarto, me di una ducha y a dormir.

El sábado por recomendación de mi nueva familia fui a visitar Sigiriya y Dambulla.

De vuelta en Kandy por la tarde, me fui a The Pub, el único lugar con conexión a internet gratuita, así que me pedí una limonada y retome el contacto con el mundo. A mi lado estaban sentados Nuria y Josep una pareja de españoles recién casados que quería cenar conmigo.


A las 18h30 fui de camino al Templo del Diente de Budha, pero no me dejaron entrar pues mis pantalones llegan sólo hasta la rodilla. Me di un paseo por la orilla del lago y rodeé todos los recovecos del templo sólo para seguir oyendo los tambores del interior del templo, así pues pase por delante del museo nacional y del museo del budhismo.

A las 20h quedé con la pareja española y nos tomamos unas cervezas en la terraza de su hotel y luego cenamos. Benjamin me recogió a las 22h con el tuctuc y me subió a casa.






El domingo por la mañana me encontré con una pareja de cs en la casa de Benjamin, estaban desayunando y me invitaron a unirme a ellos. Contenta me comí unas tortas de orina con margarina y un té calentito.

Tras las presentaciones de rigor, decidimos ir juntos a visitar el jardín botánico. Resultó que el jardín botánico es él más bonito con diferencia que he visto en mi vida. Tardamos dos horas en recorrerlo por completo, maravillándonos con los cactos, las flores, las plantas, el césped, los arboles, los bambúes, los murciélagos gigantes, las reptiles enormes nadando en el lago, los monos comiendo yak fruits, las diminutas ardillas y los pajaritos contando.


Tras visitar el botánico, Benjamin nos recogió con un tuctuc y nos indicó un restaurante para comer. Parecía como si todo estuviese demasiado programado, demasiado calculado, así pues en vez de hacerle caso nos fuimos a un pequeño restaurante local.

Al terminar de comer paseamos por la orilla del lago, para acabar haciendo el mismo recorrido nocturno del día anterior con la pareja de couchsurfers. Cansada de ver lo mismo decidí separarme de los chico e irme por mi cuenta.



A las 17h30 estaba entrando en el Templo del Diente de Budha. Crucé el tallado arco de piedra de la puerta principal, me sumergí en un túnel pintado con budhas de brillantes colores y llegué a un espacioso patio donde se levantaba la capilla principal del templo.


Rodeé la capilla hasta llegar a una sala inmaculadamente blanca, alucinante por su sencillez. Algunas cuadros y budhas decoraban la sala, pero sólo destacaban los cuernos de elefantes.


Anduve por fuera del recinto. La armonía estética del porche con suelo de piedra y columnas de madera tallada, el césped verde, los quemadores de incienso, la luz que desprendían las pequeñas mechas en aceite de coco al quemarse, la preciosa campana, la fuente donde se purificaban las pequeñas florecillas para la puja de la noche y los niños monje con túnicas naranjas.


La ceremonia empezó a las 18h15 con ruidos de tambores que provocaron más de un brinco entre los visitantes. A las 18h30, un pequeño comité apareció con un almuadón donde llevarían el diente de budha hasta la capilla. Y a las 18h45 la cola de gente empezó a depositar sus flores en frente de la reliquia, sin poder poner sus ojos en ella más de un par de segundas.


Abandoné el recinto a la vez que una chiquilla de 19 años que me dio un beso antes de irse con su familia, ¡más bonica!

A las 19h llamé a Benjamin para que me mandase el tuctuc, pero me dijo que esperase hasta las 20h. Estaba demasiado cansada para esperar, así que cogí un transporte por mi cuenta hasta su casa y al llegar sólo me encontré con una cara larga de disgusto y algunas malas contestaciones. Cerró la puerta de su casa y como mi cuarto estaba en el exterior no pude ir ni al cuarto de baño. Dentro de la casa había nuevos couchsurfers cenando con la familia. Supongo que les habrían hecho hacer exactamente lo mismo que a la pareja con al que había visitado el botánico por la mañana... les obligarían a hacer la compra semanal gastándose un dineral.

El lunes por la mañana su madre también me soltó alguna bordería, acerca de que no le había comprado lo que me pidió el día anterior: unas bananas y unos mangos.

A las 7h20 estaba deseando largarme de esa casa en la que parecía todo alguna manera de sacar tajada. Fui a Peradeniya compré un billete de 2ª clase con asiento reservado (tendría que haber comprado el de sin asiento, mucho más barato) y cogí el tren a Ella.

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sábado, 27 de abril de 2013

Dambulla

Sábado, 27/04/2013

El autobús que supuestamente me iba a dejar en el Golden Temple, me dejó en una gasolinera a 500m. Bajo el ardiente sol me dispuse a andar hacia allí.


El Golden Temple, uno de los templos más grotescos que he visto hasta ahora, estaba al lado del Rock Temple.

Tras pagar la entrada, subí los millares de escaleras y llegué a la cima. Dejé las chanclas fuera como de costumbre y me sumergí en las cuevas pintadas llenas de budhas sentados, tumbados...


He de decir que había alguna cosa bonita, pero era bastante escaso el interés que en mi despertó aquellas pinturas. No eran tan elaboradas como las de Sigiriya.


Sin más cogí el autobús a Kandy, pero no había sitio para ir sentado. Pregunté al revisor si me deja sentarme en la zona del cambio de marchas, pues eran 3h de trayecto y me dejo.

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Sigiriya

Sábado, 27/04/2013

A las 5h30 el tuctuc me recogió de mi casita en las montañas de Kandy y me dejó en el autobús de las 6h a Sigiriya. Fui durmiendo todo el camino, abriendo de cuando en cuando los ojos para maravillarme con el paisaje.

Un tuctuc me llevó hasta la base de la montaña después de haber sacado algo de dinero del banco, pues la entrada era un atraco.


Las ruinas de Sigiriya no llamaban en si mucho su atención de no ser por la bella naturaleza que la rodeaban. Ascendí unas escaleras interminables, para llegar al mirador y allí vi unas pinturas del siglo V que maravillaban por su complejidad.


Seguí ascendiendo hasta la montaña, bajo el ardiente sol de las 9h, parándome en cada sombra hasta llegar a la cima donde me senté y contemplé la belleza de Sir Lanka.


Al bajar unos chicos me acercaron al cruce y de allí cogí un autobús hasta el Golden Temple de Dambulla.

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viernes, 26 de abril de 2013

Colombo

Viernes, 26/04/2013

Llegué al aeropuerto de Colombo sin ningún retraso, salí de la pequeña terminal y me encaminé andando a la estación de autobuses. Un tuctuc me paró y me dijo que me llevaba gratis, así que me subí sin ningún reparo.

En la estación cogí un autobús hasta Fort Railway Station en Colombo que tardo 1h. En el autobús había un montón de huecos libres, pero un chico se empeñó en sentarse a mi lado. Después de un rato, me sentía muy incómoda con la mochila entre las piernas y decidí cambiar de lugar, así se lo dije al chico. me cambié y se sentó de nuevo a mi lado.


Al llegar a Fort tenía algunas horas libres que matar, hasta que mi cs estuviese disponible, por lo que el chavalillo que se sentó al lado me propuso ir al museo de Colombo, como él tenía algo de tiempo libre me acompañó.

El museo está en un bonito edificio inglés, pero debido a ciertos robos han cerrado casi todas sus alas, así pues no había nada interesante que ver. Fuimos al parque de al lado y el chaval de 19 años, me empezó a decir que quería tener una novia extranjera, que yo era la primera extranjera que conocía y no se qué puñeteras preguntas con la palabra sexo me hizo... apenas le entendía con su fuerte acento. Le mandé a paseo.


Cogí un par de autobuses y llegué al templo Gangaramaya, una delicia de pinturas. El tiempo se me pasó volando entre rezos, ver como bañaban al elefante, ritmos de tambores y la misa. Estuve unas 4h en el templo muy entretenida, esperando a mi siguiente cs.

A las 19h Glenmarrk me recogió y me llego a The Station, un restaurante en la playa al lado de las vias del tren, no carecía de encanto. Cenamos hasta hartarnos y probé mis primeras Lion.

A las 23h, a causa del yetlag estaba molida, así que me dejaron en un apartamento vacío diciéndome que así estaría mucho más cómoda, que al día siguiente me vendría a buscar a las 13h.

El jueves, no sé bien que pasó, pero yo no oí el timbre y Glenmarrk no consiguió contactarme hasta las 19h, así que pasé el día relajada en casa, viendo alguna serie y esperando.

A las 19h cuando bajaba por segunda vez a la calle, me lo encontré y fuimos a dar un paseo por el centro en coche.


El viernes preparé la mochila y tras conectarme, comprarme una tarjeta sim y hacer las gestiones en la embajada india para solicitar la visa, cosa que me dio muchos quebraderos de cabeza, fui a la estación de Fort y compré un billete hacia Kandy.

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miércoles, 24 de abril de 2013

Mi viaje por Sri Lanka

Miércoles, 24/04/2013

Mi viaje por Sri Lanka me ha llevado a la zona sur y a evitar el norte, aún derruido por la guerra civil, y el este por no ser la buena estación para visitarlo. Me concentré en la zona central, una auténtica maravilla y en las playas sureñas bastante entretenidas.



Aquí tenéis las entradas que explican mi viaje por Sri Lanka. El resumen de mi experiencia en este nuy completo país lo encontraréis en Sunk in Sri Lanka.

Colombo
Kandy
Sigiriya
Dambulla
Haputale
Ella
Yala National Park
Mirissa
Unawatuna
Hikkaduwa
Negombo

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Singapur

Miércoles, 24/04/2013

Llegué a Singapur algo más tarde de lo esperado, entre el tráfico y que pasar los controles de aduana sin el sello en el pasaporte es algo complicadillo, ya que hay que explicar toda la historia de nuevo.

Llegué a casa de Joshi, mi nuevo cs, para las 21h30. Charlamos un rato y me llevo al monte Faber a ver la panorámica de la ciudad. No me llamó demasiado la atención, pero agradecí el paseo nocturno.


El lunes quedé con Gerard, un cs piloto de yets de combate y helicópteros, que me llevó con el coche a la isla de Sentosa. vimos Universal Studio desde fuera, subimos a ver la panorámica y acabamos en un chiringuito playero tomándonos unas cervezas.

Desde el coche vimos el barrio chino, la ciudad con sus interesantes edificios futuristas y acabamos en clarke quay picando algo. A las 16h llegué a casa y me dispuse a descansar.


Cuando llego Joshi, nos bajamos a la piscina. De vuelta en casa tortilla de patatas y la serie Sherlock en el proyector.

El martes me lo tomé con calma. Los del aire acondicionado vinieron a cambiar los fusibles, hice lavadoras, leí...


A las 18h30 Joshi y yo estábamos saliendo de casa para ir a ver el Singapur nocturno que tanto me llamó la atención a mi llegada.

En Clarke Quai cogimos un boat taxi que nos llevó por el Singapore River hasta el Merlion. Merece muchísimo la pena el paseo en barquito. Se veían todos los edificios interesantes y que tanto me gustaban.


Bajamos en Merlion y tras hacer las fotos de turno nos sentamos en el paseo a ver el espectáculo de luces del Marina Bay Sands, un edificio de tres torres con un barco con forma de banana en el techo. Era muy bonito ver el cambio de colores en las olas del mar.


De Merlion fuimos hasta el Marina Bay Sands Resort, dimos un paseo por la tienda de Ferrari y la de Harley Davidson del centro comercial y me bebí mi última Tiger en Singapur. El espectáculo de luces volvía a comenzar, me encantó. En un chorro de agua en forma de abanico se proyectaban una serie de imágenes super bien combinadas que junto con la música nos tuvieron unos 20min maravillados.

Al terminar el epectaculo la fuente con forma de váter estaba funcionando, cruzamos el centro comercial para llegar hasta el Inter Continental Gardener, un parque chulísimo donde no pude evitar sacar mil fotos a sus torres luminosas.


Para terminar con la tarde-noche perfecta de Singapur fuimos al piso 42 del edificio con forma de barco, disfrutamos de las panorámicas y nos tomamos un cocktail de despedida. Joshi me hizo un par de hermosos regalos, además del perfecto día.

Fuimos a cenar unas doshais riquísimos cerca de casa y me acosté nada más llegar a casa.


Al día siguiente iría al aeropuerto más lujoso del mundo a coger un avión a Sri Lanka.

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domingo, 21 de abril de 2013

Melaka

Domingo, 21/04/2013

Al llegar a Melaka, esperé en la estación de autobuses a que Aboode me viniese a recoger. Mi nuevo hogar seria una casa de estudiantes universitarios árabes, encantadores y divertidísimos.

Fuimos a la universidad a ver el espectáculo anual de la escuela de teatro. Este año tocaba Bonnie y Clyde, el principio fue super entretenido con reproducciones de peleas y el público aplaudiendo cual cine en India.


Tras el teatro, me llevaron a cenar a un restaurante árabe y al llegar a casa exhausta de tanto comer me fui directa a la cama.

El sábado los chicos se levantaron pasado el mediodía, así pues tuve tiempo suficiente para preparar una tortilla de patatas que nos comimos entre todos. Hasta las 16h charlé con unos y con otros hasta que por fin todo el grupo se hubo acicalado para salir a la ciudad.


De camino al centro paramos en unos puestecillo local a comprar un helado de coco con confetis de chocolate, había una cola impresionante. Debía de ser un lugar super famoso.

Al llegar al centro dimos un paseo por la bonita china town, quizás la más despoblada y limpia que haya visto en todo mi viaje.



Anduvimos por la antigua colonia holandesa y subimos a la cima de la colina, donde tres muros de una antigua iglesia se alzaban.

De vuelta por el río, donde había un montón de pececillos muertos, vi un enorme barco que me encantó.

De vuelta en casa, medio adormilados por el calor y la abundante comida, los chicos se dispusieron a preparar la cena para esa noche y yo me fui a descansar.

De cenar había macarrones, arroz, pollo a la barbacoa, unos deliciosos snacks malayos y postres árabes suculentos. Aún estaba llena de la comida, pero no cabía la posibilidad de decir que no, así pues comí hasta que el ombligo se me dio la vuelta y de no ser por las canciones que empezaron a cantar me hubiese quedado dormida en el mismo sitio.


El domingo, tras comer, cogí el autobús hacia Singapur.

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viernes, 19 de abril de 2013

Kuala Lumpur

Jueves, 11/04/2013

Mi período de 3 semanas en Kuala Lumpur fue bastante tranquilo, entre semana seguí una rutina de bajar a medio día al gimnasio un par de horitas, subir a casa a comer una ensalada viendo alguna película, bajar a la piscina a nadar, sudar en la sauna y acabar el día viendo alguna de las series que solía seguir en España.


Fue el período más largo que he pasado en un mismo sitio desde el comienzo de mi viaje, así pues empecé a añorar un poco España y su gente. Las cervezas con los colegas, las jam sessions, la moto... la ternera.


Durante los fines de semana, Adeel mi anfitrión me llevó a jugar al golf, a hacer senderismo por la jungla, al cine, a china town, de compras y a hacerse un tatuaje. Fui a ver las Batu Caves, donde apenas pude parar de sonreír al verme rodeada de hindúes.


Podría haber ido a visitar la península de Malasia durante ese tiempo, pero estuve esperando un milagro en el que alguien encontrase el pasaporte perdido y con buena intención lo enviase a la embajada, o bien que la embajada tardase menos en recibir el nuevo pasaporte. No tuve tal suerte, incluso se demoraron mucho más de lo previsto teniendo que decirle a Arturo que me sería imposible ir a Indonesia y que debería cogerse un avión a Kuala Lumpur.


El miércoles 10, Arturo llegó a Sentral Station a las 20h30. Fuimos a mi lugar favorito de KL, las torres Petronas. Estaba lloviendo a mares, después de cenar fuimos directos a casa a tomarnos unas cervezas.

El jueves 11 a las 7h30 estábamos haciendo cola en Petronas Twin Towers para comprar tickets para visitarlo por la tarde. Fuimos a la embajada a recoger el pasaporte y volvieron a pedirme perdón, pues no les había llegado.

De mal humor empezamos a andar por las calles de KL, dirección X. De camino nos encontramos con una oficina de información turística y curiosamente uno de los que trabajaba allí nos informó acerca de los puntos de buceo del país, de los autobuses hasta ellos... una información super completa.

Mucho más animados por la perspectiva de aunque no íbamos a estar juntos en Singapur, ni ir al parque de Universal Studio, si íbamos a poder hacer algo chulo fuera de KL juntos.


Anduvimos entre los rascacielos de la bella KL hasta la zona comercial de X, y tras tomarnos unos tés con perlas y de visitar una tienda super chula de DC donde Batman y Joker, Flash, Superman, Green Horn... tenían sus estatuas, fuimos a refugiarnos del calor en casa.

Nos dimos un chapuzón en la piscina, preparamos nuestras mochilas que dejamos en las consignas de la estación de autobuses y fuimos al barrio chino a comernos unos nudels. Andando por los diferentes barrios, viendo las mezquitas, llegamos a Petronas Towers a las 19h. Subimos al puente donde tuvimos 15min para darnos un paseo y de ahí a la planta 86 a ver la panorámica de KL. Los coches parecían micromachines.


Al as 20h vimos el precioso espectáculo de luces de la fuente, llevaba un rato funcionando. Cenamos y cogimos el metro hasta la estación de autobuses para encaminarnos a Tioman.
 
El lunes 14 volví a Kuala Lumpur pues supuestamente debían recibir el pasaporte, pero hasta el día 18 no hubo noticias de él.


El jueves 18, acompañé a Ross que conocí en Tioman a hacerse un tatuaje y acabé llegando a casa super tarde habiendo celebrado que por fin podía abandonar Malasia.

El viernes 19 me pusé en movimiento hacía Melaka.

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lunes, 15 de abril de 2013

Tioman


Lunes, 15/04/2013

Arturo y yo viajamos a Mersing en el autobús nocturno desde Kuala Lumpur. A las 23h salió desde la estación de Bandar Tasik Selatan y nos dejó a las 4h en la nueva estación de Mersing. Estábamos un poco alelados por el viaje y por lo poco que habíamos conseguido dormir. Hay que añadir que el autobús era mucho más cómodo y espacioso que cualquier español.

En la estación una mujer vendía los tickets del ferry y nos indicó con un mapa donde estaba el muelle. Anduvimos unos 10min hasta el muelle y en la terminal nos echamos a dormir en unos bancos. Mal dormimos hasta las 7h, hacia un frío del carajo.

A las 7h cambiamos nuestro papelito rosa por los tickets y a las 7h30 estábamos abordando el barco hacia la isla de Tioman. El barco era super cutre, apenas teníamos espacio para las piernas, el aire acondicionado estaba a toda pastilla y entraba agua por la ventanilla. Nos cubrimos con mi tela india y el saron e intentamos dormir un rato más, sin ningún resultado.

Llegamos al pueblo de Salang y nos fuimos a desayunar unos rotis con huevo y queso deliciosos. Preguntamos a las camareras por algún sitio barato para dormir y acabamos en la choza más barata de la isla.

La idea original era sumergirnos ese mismo día, pero el mar andaba revuelto y nosotros estábamos agotados, así que decidimos seguir el cableado eléctrico hasta la bahía de los monos. El camino fue durillo, un gran ascenso seguido por una gran bajada resbaladiza por las lluvias. La zona era selvática y pudimos ver varios ciempiés enormes y lagartos de varios tamaños, creo que uno de ellos era un dragón.

Llegamos a una preciosa playa con una espectacular sombra. Nos quitamos las camisetas empapadas en sudor y en un segundo estábamos en el mar disfrutando de sus cálidas aguas. No estuvimos mucho rato, pues temíamos que lloviese.

Al llegar a Salang, fuimos a la playa, pero el cansancio pudo con nosotros y sólo conseguimos pegarnos una agradable siesta. Tras la ducha, fuimos a ver la puesta de sol en un banquito paladeando unas Asahi. Una vez empezaron a aparecer las estrellas y los enormes murciélagos surcaban los cielos, fuimos a cenar unas sardinas y calamares. Agotados a las 22h estábamos descansando profundamente.

El sábado a las 8h estábamos en pie para desayunar. El día había amanecido perfecto y el agua era azul turquesa. Anduvimos hasta Dive Asia y preparamos nuestros equipos para nuestro día de buceo.

En la primera inmersión nos llevaron a la isla del Coral. El lugar era un poco aburrido, pero nos sirvió para adaptarnos a nuestros nuevos equipos y para que Arturo cogiese algo de soltura, apenas estuvimos 30min en el agua, pues Arturo había vaciado su botella en tiempo record.

La segunda inmersión fue en Batu Malang que era cual paraíso acuático. Nos lo pasamos en grande. Vimos mi primera tortuga marina y nos metimos por algunos pasajes de roca. Era un jardín de coral y peces de todo tipo. Al final de la inmersión empezamos a jugar, tapándonos los ojos, haciendo aros de aire, quitándonos las gafas unos a otros.

Nos lo habíamos pasado tan bien en la segunda inmersión y nos habíamos encontrado tan a gusto que después de que nos invitaran a comer unos escoceses, volvimos al agua para una tercera inmersión desde la playa y así ver el barco de Roger, un barco pesquero de madera muy bien conservado. En esta inmersión vimos un pulpo pequeñito, un pez globo, algunos caracoles, peces cabra e infinitas cosas interesantes.

A la vuelta hicimos el divelog y nos fuimos con los escoceses a bebernos unas cervezas a la playa. Arturo me invitó a un festín de marisco, todo riquísimo, y agotados nos fuimos a las 23h estábamos soñando.

El domingo bajo una lluvia cual ducha, acompañé a Arturo hasta el muelle. Sus vacaciones se habían terminado. Yo decidí quedarme un día más en Salang con tan mala suerte que no salió el sol en ningún momento. Decidí ir a hacer snorkel, pero el mar estaba picado y la visibilidad era nula, así pues pasé el día en el porche disfrutando del sonido de las olas del mar.

El lunes abandoné el precioso, cuco, plagado de gatos y pequeño pueblo de Salang, para encaminarme hacía la península de nuevo.

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