domingo, 16 de febrero de 2014

No salgas con una chica que viaja

Domingo, 16/02/2014

Adi es una muchacha que relata en su blog lo que encuentra por sus viajes. Para poder vivir a su aire se hizo profesora de yoga, lo que le facilita encontrar trabajo en cualquier lugar del mundo. En su blog, donde cuenta sus cosas, ha escrito un artículo en el que advierte los peligros de salir con una chica que le guste viajar. Este es el texto:



Ella es la del pelo desordenado, despeinado, coloreado por el Sol. Su piel está lejos de la piel blanca que tenía antes. Heridas y quemaduras aquí y allá. Pero por cada defecto en su piel, tiene una historia interesante que contar.

No salgas con una chica que viaja.  Es difícil de complacer. La habitual cita de cena-película en el centro comercial la matará. Su alma ansía nuevas experiencias y aventuras. No se impresionará con tu nuevo coche o tu reloj caro. Preferiría escalar una roca o saltar de un avión que oírte fanfarronear de todo eso.

No salgas con una chica que viaja porque te insistirá en reservar un asiento de avión cada vez que haya vuelos baratos. No saldrá de fiesta por Republique. Y nunca pagará más de $100 en Avicii, porque sabe que un fin de semana de fiesta equivale a una semana en un lugar mucho más emocionante.

Lo más probable es que no tenga un trabajo estable. O quizás, esté soñando despierta con renunciar. Ella no quiere seguir trabajando por los sueños de otros.  Tiene su propio sueño y está trabajando para conseguirlo. Es una freelance. Hace dinero diseñando, escribiendo, realizando fotos o haciendo algo que requiere creatividad e imaginación. No pierdas su tiempo quejándote de tu aburrido trabajo.

No salgas con una chica que viaja.  Podría haber desaprovechado su título universitario y haber cambiado de carrera completamente. Ahora podría ser una instructora de buceo o una profesora de yoga. No está segura de cuándo vendrá la próxima paga. Pero no trabaja como un robot todo el día, sale y coge lo que la vida le ofrece y te reta a ti a que hagas lo mismo.

No salgas con una chica que viaja porque ella ha escogido una vida de incertidumbre. No tiene un plan ni una dirección permanente. Ella va con la corriente y sigue su corazón.  Baila al ritmo de su propio tambor. No lleva reloj. Sus días están regidos por el Sol y la luna. Cuando las olas llaman, la vida se para y ella se olvida de todo lo demás por un momento. Pero también ha aprendido que lo más importante en el mundo no es surfear.

No salgas con una chica que viaja pues ella tiende a decir lo que piensa. Nunca tratará de impresionar a tus padres o amigos.  Sabe de respeto, pero no le da miedo mantener un debate sobre temas que afectan el mundo o responsabilidad social.

Ella nunca te va a necesitar.  Sabe cómo levantar una tienda de campaña y arreglar sus propias aletas sin tu ayuda.  Cocina bien y no necesita que le pagues su comida. Es demasiado independiente y no le importará si viajas con ella o no. Se olvidará de informarte cuando llegue a su destino. Ella está ocupada viviendo el presente. Le habla a extraños. Conocerá muchas personas interesantes de otras partes del mundo,  que comparten su pensamiento, su pasión y sus sueños.  Se aburrirá contigo.

Así que nunca salgas con una chica que viaja a menos que puedas seguir su ritmo. Y si tú, sin querer, te enamoras de una, ni se te ocurra quedártela. Déjala ir.

ADI