sábado, 26 de noviembre de 2011

Visitando proyectos

Sábado, 26/11/2011

Era jueves, cuando realmente vi la India por primera vez. Con el grupo de Canarias que conocí el día anterior me dirigí a visitar los proyectos que habían subvencionado.

Proyecto vivienda
Bajamos de los coches, y nuestra sorpresa fue enorme cuando al menos dos centenas de personas nos esperaban con una pancarta de 'Welcome spanish' con sonidos de tambores, coronas de flores y polvos rojos y amarillos para bendecirnos. No serian más de 100 metros hasta donde teníamos que ir, pero avanzar entre esa multitud de ojos que te miraban con tanta gratitud, entre toda esa gente que intentaba darte la mano o besos... fue algo sobrecogedor. Tanto nosotros como ellos teníamos una perpetua sonrisa en la cara, pero en nuestra mirada se entre veía la conmoción, la emoción y la modestia de no ser merecedores de ese trato.


El proyecto consistía en la construcción de 58 viviendas que tuvimos que inaugurar. Cortamos cintas, explotaron globos con confetí, entramos con el pie derecho en las casas, encendimos velas e incienso, rompimos cocos y nos hicimos fotos con los habitantes de las casas. ¡¡¡¡¡Fue increíble!!!!! En cada casa nos ponían una nueva corona de flores, ¡algunos llegaron a llevar 7 coronas!. Luego nos otorgaron un pequeño espectáculo, y nos contaron como la fundación había influido en sus vidas.

Proyecto sanidad

Ese mismo día por la tarde, fuimos al hospital de Bathalapalli, el que sería mi hogar, seguido por la visita de la tumba de Vicente Ferrer. He de decir que yo no sabía casi nada de él antes de venir aquí, pero no pude evitar emocionarme al estar allí, su presencia se percibe por todas lados en esta región.

Proyecto Mujer

El viernes visitamos una aldea donde se había otorgado un préstamo a las mujeres para comprar unas vacas. De nuevo todo el mundo nos estaba esperando con flores a la entrada del pueblo. Fuimos rápidos no nos detuvimos demasiado en saludar a la gente... supongo que es bastante violento no sentirte merecedor de tanta gratitud.


Nos dieron su testimonio del cambio que había sufrido sus vidas de tener que ir a trabajar en los campos todos los días para poder comer ese mismo día, a como ahora las vacas les nutrían y les daban los suficientes ingresos como para sentirse seguras. Nos llego al corazón a todos. Cuanta razón tenía Aristides, un compañero del grupo de canarias, cuando dijo que hace sólo 60 años su abuela y su madre estaban en la misma situación que ellos. Se me cayó el alma a los pies al ver la razón en sus palabras.

Proyecto  Ecología

Más tarde visitamos unos campos donde a través de unos paneles solares se conseguía bombear agua de los pozos para regar los campos. Nos ofrecieron un coco a cada uno, dí que el agua de coco no me gusta y trate de escabullirme pero como decir que no, así que anduve liando a los compañeros para que se quedasen mis cocos pero seguían trayendo más, parecían infinitos. Su carne estaba estaba de vicio.

Esa tarde visitamos un pueblo en el que se había prestado dinero para la compra de unos telares, nos contaron como habían pasado a ser sus propios jefes y como habían salido del yugo de sus explotadores jefes. Increíblemente agradecidos nos enseñaron como utilizaban los telares e hilaban el hilo, no querían que nos fuésemos del pueblo.

Por la noche nos pusieron una película de Vicente Ferrer, otra vez la emoción. ¿No habría día en que algo no me afectase lo suficiente como para no derramar unas pocas lágrimas?

Proyecto Educación

El sábado fuimos a la inauguración de una escuela de los tribales que viven aislados. Nos recibieron si cabe de una manera aún más increíble que el primer día. Nos pusieron coronas, los tambores cantaban ritmos de Samba y la gente bailaba con nosotros. La escuela era preciosa y los críos guapísimos. Una niña bailó una de las danzas típicas, el Kuchipudi, nos quedamos todos embobados.


Esa tarde vimos un ambulatorio, y a las 'Green Angel' que son comadronas, y nos hablaron de su trabajo.

Por la noche la fundación ofreció un espectáculo con niños que cantaban y bailaban. Fue una pasada.

Todas estos días estuvieron aderezados por la compañía del Grupo de Canarias que supieron darme lo que necesitaba en ese aterrizaje en este singular paraje. Apenas paramos de reírnos, de conversar, de cantar, de jugar. Me supieron escuchar cuando empecé a dudar de la labor que podría realizar aquí, me animaron, me aconsejaron. Toda descripción es poca sobre este grupo de personas, ellos sí me dieron esa cálida bienvenida que esperaba. Gracias de todo corazón.

SUNK IN DARKNESS