lunes, 28 de noviembre de 2011

Aventura

Lunes, 28/11/2011

El lunes por la noche, después de ver una película con el resto de voluntarios, Ester (mi compi de piso) y yo volvíamos hacia nuestra antigua casa. Ésta estaba un poco apartada de las del resto de españoles y era provisional puesto que iban a irse algunos voluntarios en unos días y nos íbamos a reubicar para poder estar todos juntos.

A la que íbamos llegando vemos a dos guardias de seguridad del campus haciendo fotos, ambas pensamos que era bastante raro tratándose de las 0h30. Uno de ellos sacaba la foto, mientras el otro que llevaba un garrote sonreía entusiasmada por haber una matado una cobra tan larga como mi brazo. Ahí tanto Ester como yo nos cagamos, no sabíamos si la serpiente estaba muerta o no, nuestra mente nos jugaba la mala pasada de pensar que se movía cuando estaba clarísimo que estaba muerta. Las guardias de seguridad nos dijeron que había salido de nuestro jardín, y nosotras les agradecimos mucho que la hubiesen matado, nos dimos la mano y nos acompañaron hasta el porche de nuestra casita.

Una vez dentro de casa nos dispusimos a acostarnos, íbamos a poner el despertador del móvil cuando Ester se dio cuanta de que no tenia su móvil, el mio se quedo en España, así que no teníamos manera de despertarnos al día siguiente. La propongo dar un paseo de vuelta a la casa de los otros voluntarios para ver si por el camino se le ha caído el móvil o si se lo ha dejado allí, pero me dice que no e intentamos poner la alarma al reloj de pulsera. Media hora para poner la dichosa alarma, me quedo yo con el reloj y nos metemos cada una en su cama. ¡Hasta mañana!

Ya estaba agustito y relajada en la cama cuando oigo que llaman a la puerta insistentemente y oigo voces. Pienso que son los españoles que han encontrado el móvil de Ester y que se lo han traído para devolvérselo, qué vaya ella abrir pienso, además yo estoy en bragas en la cama. Ester fue a abrir, pensaba exactamente lo mismo que yo, abrió en ropa interior y se encontró con los dos guardias de seguridad que ya estaban  entrando en casa, !con lo de la cobra se nos olvido cerrar la puerta! - Madame your movil phone. Ester coge el móvil y les dice que gracias, pero ellos continúan intentando entrar en casa y les dice que se vayan. Ellos no se dan por enterados y ella asustada cierra la puerta interior de la casa, pero no la mosquitera.

A éstas llego yo al salón, y me encuentro con Ester acojonada por la situación. Mira el móvil y se encuentra con que lo han usado para hacer una llamada, empieza a plantearse si realmente lo ha perdido o si se lo han quitado del bolsillo.

Tenemos que cerrar la mosquitera y cerrar bien las puertas de casa, ellos no paran de golpear la puerta. Mientras Ester se viste, yo abro la puerta y me dispongo a cerrar la mosquitera, pero resulta imposible se han colocado los dos guardias en medio y nos impiden cualquier movimiento, me piden unos cigarros y yo les digo que no tengo (por supuesto que no llevaba cigarros encima, estaba recién levantada de la cama y semi desnuda). Total que llega Ester con toda su energía les grita que se vayan, que va a llamar a la policía. Les empuja, cierra la mosquitera, y luego la puerta. Me cuenta que mientras cerraba la puerta que le han sacado la lengua de forma lasciva.

Vemos que siguen en el porche y nos dedicamos a cerrar todas las ventanas a cal y canto de la casa. No tenemos ningún número de teléfono de las otras casas para llamar e informar de lo que nos ha pasado, porque tenemos teléfono fijo en las casas. Ester quiere ir a dormir a casa de los otros españoles, y yo pensaba primero que no era para tanto, y segundo que si salíamos fuera y las intenciones de ellos era realmente malas no llegaríamos a recorrer los 500 metros que nos separaban de las otras casas. 5 minutos después continuaban en el porche, al principio continuaron tratando de entrar y llamando.

Nos costó dormir, a mí al menos... no por eso sino porque andaba dando vueltas a cosas del curro. Al día siguiente no fui a desayunar con los otros españoles, sino que me quedé durmiendo un poco mas. Al llegar al trabajo le conté a la jefa del departamento de informática, la mujer del director del hospital, lo ocurrido como si fuera solo una aventura, y en 5 minutos tenía a su marido sentado delante de mi preguntándome que había pasado. Llamó al jefe de seguridad, hablamos con Ester y ayer me dijeron que les despidieron... me da pena por ellos que hayan perdido un trabajo tan bueno, pero otros mas honestos entraran a trabajar aquí. todo tiene su ciclo.

Yo lo viví sólo como una anécdota, una aventura. No creo haber tenido demasiado miedo... la serpiente muerta me acojonó mucho más.

SUNK IN DARKNESS