viernes, 2 de diciembre de 2011

Anantapur

Domingo, 27/11/2011

Me dispuse a salir de compritas. La ropa que me había traido es de buscona, no puedo enseñar tobillos, ni hombros, ni pechuga, y al día siguiente era mi primer día de trabajo, debía de presentarme de una manera correcta y ganarme la confianza de mi equipo de programadores, en vez de ser un pedazo de carne... así pues me dispuse a ganarme el  cielo comprándome ropita de colores y asándome bajo esta temperatura de 20-25º vistiendo manga larga.

Cogí un rickshaw para ir al centro del pueblecito en el que se encuentra el campus principal de la Fundación Vicente Ferrer. Al lado de la estación de tren hay una tienda de ropa llamada Rajasthan que es enorme y tiene los precios marcados... al final encontré tres punjabis y tres pantalones que no son del mismo color ni con los mismos dibus (ya me han llamado la atención por ello, debo ir conuntada).

 Una vez realize mis compritas me dispuse a pasearme por la ciudad de Anantapur, pocos metros había andado cuando mi coleguita Germán me propuso tomarnos una birra. Llegamos a un mostrador donde se servían wiskazos los hindus, y nosotros nos pedimos un par de Kinfisher Strong envueltas en papel de periódico que bebimos a unos 2 metros del mostrador, por lo visto nos podrían haber encerrado en la cárcel por beber en la calle, pasó un policía por al lado y no nos dijo nada :) ... supuestamente también te pueden encerrar por fumar en la calle. 


Seguimos andando y nos encontramos con un montón de vacas en mitad de la vía principal del pueblo, también había cerdos sueltos por todos lados. Hay que aclarar que los cerdos son los barrenderos de la ciudad, aquí las papeleras no existen, todo el mundo tira la mierda donde quiere y luego los cerdacos van y se comen lo que encuentran. El gobierno es quien compra estos cerdos y los suelta, y como hubo bastantes defunciones de cerdos porque se alimentaban con las bolsas de plástico, se ha suprimido su uso.


Pasando al lado de un puesto de comida, de esos que en Europa tendrían bastante mala pinta, nos entró las ganas de experimentar la comida de la calle. Nos comimos unos samosa que acompañamos de unas guindillas verdes, estaba deliciosamente picante :) . Mientras disfrutabamos de nuestra comida, una pandilla de niños no paraba de acercarse para preguntarnos nuestro nombre, el nombre de nuestros padres, y hasta el de nuestros abuelos :) .


Esa tarde peli, por la noche cenita especial de los cooperantes, hicieron corderito muy rico, y luego coche hasta el campus en el que pasaré la mayor parte de esta aventura: Bathalapalli.

SUNK IN DARKNESS