lunes, 12 de diciembre de 2011

Bangalore

Domingo, 11/12/2011

Llegamos a Bangalore el sábado sobre las 20h30, después de haber visitado Lepakshi. Nos inscribimos en el hotel y nos fuimos a las habitaciones a dejar mochilas. Empezamos a cervezas mientras esperábamos la segunda remesa de viajeros, y nos cambiamos nuestros harapos por ropas occidentales. Bangalore es la sexta ciudad más grande de toda la india y destaca en desarrollo informático, por lo que vestirse a la manera occidental no está mal visto.


Después de ponernos guapetes salimos a la calle buscando "The only place", restaurante donde habíamos  quedamos con la tercera remesa de viajeros. Danzamos de arriba a abajo, nos mandaron en direcciones contrarias, a todo el que veíamos preguntábamos... pero después de una hora aún estábamos delante del hotel sin haber encontrado el sitio. Por casualidad, una madrileña nos echo un cable nos contrató unos rickshaws e indicó a los conductores donde tenían que ir.

Llegamos al restaurante y mientras esperabamos mesa, compré mi imán con la forma de india y los colores de la bandera, y la tercera remesa apareció. Nos juntamos 14 para cenar.


En el restaurante la carta nos satisfizo a los deboradores de carne, dos paginas enteras de diversos platos suculentos de carne roja nos aguardaban. Yo me pedí un 'Filet Mignon' que me supo al manjar más suculento de la tierra. No consigo recordar las conversaciones que tuvimos unos entre otros, pero tengo la impresión de que me lo pase increíblemente bien. De postre compartimos un trozo de tarta de chocolate que estaba increíble y tarta de queso que no sabía a nada.


Todo el buen rollo acumulado por la cena se crispó cuando la gente empezó a pedir cuentas separadas. Es completamente comprensible, pero las formas tienen mucha importancia. Lo peor del asunto es que al final los que pagaron por separado pusieron 10 rupias menos que los que lo hicieron en conjunto, o sea 0.01 céntimos... ¿tanto lío sólo por eso? Además dos chicas y yo no tuvimos vueltas, pero nosotras no pusimos problemas.

Salimos del restaurante y nos separamos en dos grupos, unos al hotel y otros a por cerveza. A la llegada al hotel los malos humos parecían haberse disipado, pero aún hubo un par de comentarios poco acertados y hubo gente que se aisló un poco del grupo principal para calmar los ánimos. Las birras pasaban de una mano a otra y nos pusimos a jugar a las películas. Nadie tiene más soltura que Ester para ello. Nos echamos unas risas.

A las 3h nos fuimos a la cama, me metí en el cuarto de los chicos no roncadores, y tuve la desgracia de que era el único cuarto con un zumbido como banda sonora. Dormí poco pero tuve la sensación de descanso. Al despertamos, el payaso Fredi nos propuso a Germán y a mí hacer unos ejercicios de estimulación de los órganos internos. Fue muy curioso. Pagamos el hotel no sin malos rollos... de los que yo me enteraría más tarde, y nos fuimos a desayunar. Tomé un tang naranja y un sandwich vegetal muy rico.

La mayor parte fuimos a buscar un sitio en el que cambiar dinero. Mientras tanto en la calle nos encontramos con un tipo con una pipa convertible en cachima y en silum, y acabamos pagando un precio desorbitado por ello... más tarde nos daríamos cuenta que habíamos pagado 5 veces de más el precio de lo que realmente costaba. Encontramos una tienda donde nos cambiaban el dinero, y todo el mundo se puso a comprar. El karma quiso recompensarme de la estafa que había sufrido, porque en la tienda pregunte por una tela con elefantes bordados que me fascino y de pedirme 900 rupias al final me la saqué gratis sin hacer ninguna compra, qué lavia debo de tener :) . Así que tengo un par de elefantes en casa super chulos.


Me disgregue del grupo principal en busca de un frontal. No hubo suerte, pero me permitio explorar y comer una gauva con sal y polvo de chile... luego note la tripa rara el resto de la tarde.




Habíamos quedado todos en el Hard Rock para comer, y me pedí una hamburguesa. Los que el día anterior habían pagado por separado pagar en conjunto ya que esta vez habían consumido más. En cambio a mí me salía mejor pagar por separado, no puse problemas.

El coche que habíamos contratado para ir y volver nos recogió en el restaurante. Fuimos al hotel cogimos las mochilas y nos fuimos al jardín botánico. Bastante bonito, aunque como teníamos que esperar a otros no pudimos explorarlo demasiado. Terminamos de noche meditando en grupo mientras los policías usaban sus silbatos - era la hora de cierre.


Viaje de 4h y llegamos a Bathalapalli. A las 23h estaba en la cama y al día siguiente no fui a desayunar para poder dormir una hora más.

SUNKINDARKNESS