jueves, 25 de octubre de 2012

Hong Kong


Jueves, 25/10/2012

El sentimiento de pasar aduana y dejar China para ir a Hong Kong es de felicidad. No es que China no me guste, sólo que espero descansar mentalmente en Hong Kong. La gente piensa que viajar rollo mochilero es fácil, que al ser más versatil uno se apenas tiene preocupaciones, pero la verdad es que tienes que siempre tienes que estar atento a un montón de cosas: horarios, equipaje, dónde dormir, qué visitar, comer pues no sabes cuando será tu próxima comida, no descuidar beber, siempre mirando la pela. Al final acabas agotado pues morchu que ingieras calorias, no repones las suficentes, pues siempre te estás moviendo.

Al llegar a HK, mi móvil chino no funcionaba y no tenía manera de contactar a Gordon. Compré una tarjeta SIM y cambié 100€ que no esperaba gastar.

Al llegar a casa de Gordon, un muy pequeño apartamento en el que mi cuarto era más pequeño que una celda de cualquier prisión europea, cenamos y charlamos un rato... enseguida me pone al tanto de las actividades que se pueden hacer. Me inscribo en una página llamada MeetUp y encuentro un grupo de Hiking ue ira a hacer senderismo por Sai Kung el martes, día festivo en HK.


El lunes sigo el consejo de Gordon de ir de un lado a otro de Hong Kong Island con el troley bus, el medio de transporte más barato para moverse. Resulta realmente curisoso ver la transformación que sufre la isla, pasando de la zona de descarga de mercancia de productos chinos, a los grandes edificios de los noventa donde se encuentran los bancos en Central, a los grandes rascacielos modernos de Admirality, a la zona comercial del Soho, y así ir dejando atrás todo lo que se supone es Hong Kong para ver una gran urbe de estilo completamente chino, con grandes edificios descascarillados.


Después de 3 horas en el troley bus es hora de estirar, las piernas me doy un paseo por Western Market y Holiwood Road, para mí carecen de interés, y justo para la puesta de sol cruzo con el Star Ferry desde Central a Tsim Sha Tsui. Doy un paseo por las calles comerciales de Kowloon y huyendo de lo comercial me pierdo por pequeñas calles hasta llegar a el paseo de las estrellas chinas, donde me quedo estupefacta 2h contemplando los rascacielos de Hong Kong, sus colores... creo que debí disparar una centena de fotos.


Un couchsurfer me contacta, cogemos el Star Ferry hasta Wan Chai y vamos a cenar, enseguida me doy cuenta de que no cuajamos, así que nos separamos en Cause Bay y me voy dando un tranquilo paseo a Tin Hau donde tengo mi casa. Pongo al día mi blog y enseguida viene Gordon, charlamos sobre lo que hemos hecho.

El martes me levanto bien temprano para ir hasta Sai Kung, donde me encuentro con los del grupo de senderismo de MeetUp. Al principio me cuesta un poco entablar conversación, pero al cabo de un rato me pongo hablar con una chica filipina y un inglés que son verdaderamente geniales. Quedo al día siguiente con Simon para ir a hacer kayaking. La ruta no es nada dificil, sino fuera porque la humedad, la temperatura y la polución son escandalosamente altas, además no me habían abandonado las agujetas de Huashan.




 
Vuelvo a casa, descanso un poco y llega Gordon. Me doy una ducha y me propone un super plan. Ir a hacer SlackLine, ¿por qué no? Vamos a comprar un biryani a la zona de Central y andamos hasta Pier (al lado de la zona de ferries), un buen grupo de personas andan sobre la cuerda floja. Pensaba que me sería mucho más complicado, pero al final consigo mantener un poco el equilibrio y dar tres pasos... En cuanto llegue a España, me pongo con ello. Es bueno para mis rodillas. Recenamos Gordon y yo, y denuevo me dan la 1h de la mañana y al día siguiente he de madrugar.


El miércoles tras depilarme y vestir el traje de baño de Gordon enfilo de nuevo hacia Sai Kung. Simon me presenta a Chris, un alemán que lleva 18 meses viajando por Asia, juntos vamos a alquilar unos kayaks individuales y navegamos entre las pequeñas islas de HK. Comemos en la playa y por fin me doy mi primer chapuzón en el Pacifico, un poco asustada por las medusas.


Tras una ducha, Simon y yo nos vamos a Central hacemos un poco el tonto y vamos a cenar a un restaurante indio con algunos de sus amigos. Luego nos damos un paseo por las tiendecitas chinas mirando los disfraces para halloween. Vuelvo a casa andando. 




Gordon me explica su experiencia en Yunnan y con mucha pena me despido. Gordon es un tipo excepcional, de rasgos marcados y cultivado por horas de gimnasio, con una intensa energía que termina gastando dando clases de skate para futuros profesores de skate, escalando, haciendo senderismo, slackline o dragon boat. Lo más increible de todo es que tiene 49 y aparenta tener 35.

El jueves preparo la mochila, limpio un poco mi zulo y me dispongo a abandonar HK hacia Macau con el ferry.



SUNKINDARKNESS