sábado, 15 de diciembre de 2012

Mae Hong Son Loop

 Sábado, 15/02/2012

Salí el jueves de Mae Rim al norte de Chiang Mai sobre las 10h dispuesta a coger la carretera hacia Pai. Cogí un desvío anterior que marcaba Samoeng y paré en una cafetería que ponía deportes de multiaventura. Pregunté a unos motoristas blancos que si ese era el camino a Pai y me dieron alguna información interesante sobre mi camino.


Volví a la carretera principal y mucho más adelante vi clarísimamente marcado el desvío a Pai. El paisaje era precioso, creo que es sin duda uno de los hitos de este viaje. La carretera podría parecer tediosa por las 742 curvas en sólo 90Km, pero sin embargo se me antojo una divertida carretera de montaña. Paré en alguna de las numerosas cafeterías de la carretera para estirar las piernas, pero no me demoré demasiado, tenía ganas de llegar a Pai pues todo extranjero que encontré en mi camino me lo había recomendado como un sitio tranquilo donde pasar una larga estancia.


Al llegar al valle de Pai a las 13h, no fue demasiado difícil encontrar el hostal que me habían recomendado: Twin Hut, pero estaba lleno. La dueña del hostal me dijo que fuese a Family Hut, pero no me gustó el ambiente y acabé en una preciosa choza en un paraje rodeado de césped y muy cerquita del río. Regateé y cedieron a mi precio sin tener que insistir. Tras un rato de inactividad me puse hablar con el dueño del hostal que me hizo un mapa de la zona y me explico las cosas que debía ver.

A las 16h cogí la moto y me puse en camino a la cascada Pam Bok, recomendada por ser hermosa, y desde luego no me pareció nada especial, así que fui hasta el cañón a ver la puesta de sol. Di un paseo por el cañón, que a la luz del atardecer la tierra tenía un color rojizo muy bonito y me senté a esperar.


Cerca de Pai es donde vive la tribu Padaung, donde las mujeres lucen sus largos cuellos con aros. He escuchado un par de historias acerca de ellos. La primera es que los maridos obligan a las mujeres a ponerse esos aros para así ser diferentes a otras tribus y atraer turistas que les den dinero y compren sus artesanías. La segunda es que son refugiados de Myanmar que no tienen derecho a trabajar y que lo único que pueden hacer es atraer turistas de esa manera para ganarse el pan. Podría ser interesante ir a verlas, sin embargo no lo hice.

De noche llegué de vuelta a Pai, aparqué la moto cerca del hostal y me di una vuelta por la pequeña ciudad hasta llegar al mercadillo hippie. Tenía tanta hambre que cené el primer sitio que encontré y el curry con noodles me supo a gloria. Continué visitando el mercadillo y me fui a relajarme a mi hostal.


El viernes me levanté bastante despejada a pesar de apenas haber dormido por la humedad del ambiente. Tomé el desayuno en el hostal esperando que la niebla se disipase y a las 10h me puse en camino hacia Mae Hong Son. La carretera era también bastante entretenida, se alcanzaba mucha altitud y en algunos tramos pensé en sacar aún más ropa de abrigo.
Mae Hong Son no me dijo nada, así que sólo paré a coger el certificado de las 1447 curvas del camino. Parece ser que hay un monasterio bastante importante.


Tras comer algo en Mae Hong Son seguí camino muy animada hacia el sur, pero la carretera dejo de interesarme y empecé a sentirme cansada, así que al llegar a Khun Yuan tomé la determinación de acortar el circuito y en vez de dirigirme hacia Mae Sarem como casi la totalidad de motoristas, cogí el camino hacia Ban Hua Pon.

Paré en un guest house y me pidieron una salvajada de dinero, así que seguí mi ruta. En algún momento dejé de ver las piedras que marcaban los kilómetros, así que creí perder la ruta. Di media vuelta a un desvío que había visto con anterioridad y acabé en una carretera llena de agujeros. Di media vuelta y me acerqué a un paisano que trabajaba en su huerto a preguntar. Le pregunté por el camino a Chiang Mai y por algún sitio donde dormir, y me llevo al pueblo de Hua Pon a casa del antiguo jefe de la ciudad que hablaba en inglés. Me explicó que estaba acertada en mi camino y tras charlar con su mujer decidieron albergarme esa noche.


Me fui a dar un paseo por el bello pueblo. Vi el río, la escuela, las casas, la gente, los arrozales ya cosechados y las tranquilas búfalas, para acabar en el templo. Allí uno de los monjes hablaba en inglés, así que me ofreció un té y charlamos durante una hora cerca del buda. Me regalaron una medallita que colgaron en uno de mis collares.


Ya de noche me encaminé a la casa de Mr. Nampon. Me lo crucé, andaba buscándome para ir a cenar. Charlamos con alguno de sus vecinos y llegamos a su casa. Allí conocí a su hija, Wan, profesora de inglés y chino de un instituto, así que a partir de ese momento apenas nos separamos. Cenamos una deliciosa sopa de arroz con pescado, tomé dos cuencos.

A las 20h30 subimos a la habitación del piso de arriba, donde unas mantas en el suelo, unas colchas y unos duros almohadones nos esperaban. Me bañé a capazos de agua fría, pues así lo hizo ella y yo no quería parecer ni sucia, ni mal educada. A las 21h estábamos durmiendo.


El sábado a las 7h30 estábamos en pie. Me dediqué a ver su finca y a observar sus costumbres. Prepararon el desayuno: tortilla francesa con algún tipo de hierba, muy sabrosa, pescado, arroz blanco y sopa. Me fui a ver la casa de al lado que resultó ser la de un hermano de mi anfitrión y me invitaron a un té. Aprendí a decir comer, beber y té en tailandés. Mi compañera de cuarto vino a echarme un cable y charlamos un rato con su tío sobre la situación asiática. Fue ahí cuando me enteré sobre Asian, la idea de una unión asiática de 10 países, para hacer frente a China.

A las 10h30 cogimos las motos y fuimos a Ban Pang Oung, el pueblo vecino mong. Dimos un paseo y fue ahí cuando realmente vi las diferencias tribales entre un pueblo y otro. El pueblo mong me pareció mucho más sucio, con mucha menos naturaleza, no sólo eso me enteraría que los hombres podían casarse con cuantas mujeres quisieran y que concretamente en ese lugar había una casa llamada la casa de la familia donde habían llegado a convivir 160 personas y donde en la actualidad vivían 30. Las chicas mong del instituto de Wan no quieren ser mong, pues no tienen la posibilidad de decir no a un casamiento.


A las 11h, tras comprar unos plátanos y rellenar el depósito de la moto, Wan y yo no separamos. El camino a Mae Cham se me hizo divertido, eterno y al final peligroso. Antes de llegar a Mae Cham una intersección con carteles hacia Ban Mae Sa y Chiang Mai, así que no muy segura de mi camino fui hacia la derecha dirección Chiang Mai. Hice la elección adecuada. Unos kilómetros más adelante llegué a Mae Chaem, pero no vi ningún cartel indicando Chom Tong, así que no sabría muy bien decir por donde fui, sólo sé que crucé por un parque natural donde la hojas recordaban el otoño. Y acabé pasando por al lado de Hot (el planeta helado de la guerra de las galaxias, hehe).

A las 16h estaba entrando en Chiang Mai, pero a pesar de no querer conducir ni un kilómetro más, llegué hasta Mae Rim donde no había nadie en casa.

SUNKINDARKNESS