sábado, 17 de noviembre de 2012

Luang Prabang

Sábado, 17/11/2012

Nada más llegar a Luang Prabang buscamos hostel y una vez ya instalados, decidimos empezar el tour de los templos. Los templos que habíamos visto con anterioridad en Laos la mayor parte estaban descascarillados, o habían perdido su color con el pasado de los años bajo el cruel sol, así que fue toda una sorpresa ser sorprendida por la belleza de algunos de los templos de Luang Prabang. Wat Xieng Thong es una maravilla de templo adornado con cristales verdes y dorados.


El tiempo pasa volando en compañía, visitando templos, andando a la orilla del Mekong, viendo a los jóvenes jugar a la petanca... una tormenta de verano nos sorprende a orillas del Mekong, descarga litros de agua (ya los quisiésemos en España) y se para tras el tiempo de tomarnos una Beer Lao.

Andando por las calles voy preguntando en cada tienda de alquiler por el precio de las motos semiautomáticas, y al final damos con un tipo super simpático que nos da un precio inferior al de la mayoría.

Seguimos el tour y llegamos a la calle donde están montando el mercado nocturno, intentamos subir a la estupa de la montaña para ver el atardecer, pero no nos da tiempo, el tiempo se fue volando. Damos un paseo por el Night Market sin demasiado entusiasmo por hacer ningún shopping, acabamos en el Fresh Product Market, y damos con una pequeña callecita donde los colores y olores de la comida recién echa nos absorben. Decidimos que iremos luego a cenar.

Entramos una tienda de informática, puesto que, ¡cómo no!, el cargador del ordenador y el cable de conexión de mi disco duro externo decidieron dejar de funcionar. Nos indican un mercado no lejano al Night Market donde encuentro lo que necesito y tras una dura negociación me llevo mis nuevos repuestos.


Volvemos a la callecita a cenar. Sirvo en un plato todo lo que tiene buena pinta y cabe, cogemos un par de salchichas laosianas que nos entran por los ojos, y cenamos. La cena no está caliente y las salchichas son muy dulces, pero todo regado con nuestra bebida favorita pasa rápidamente.

Tras la cena, andamos hasta la zona de bares nocturnos y nos abstraemos conectándonos a internet un rato.



El jueves a las 5h30 en pie para ver el desfile de las almas. Filas de monjes vestidos de naranja recorren las calles pidiendo su comida diaria, la gente les da lo que puede.

Desayunamos algo y alquilamos la motillo. A las 10h ya estábamos en la cima de la cascada Tat Kuang Si dándonos un paseo. Paseo que se convierte en pesadilla, pues al haber llovido el día anterior, al poco de andar por el barro percibimos que nos andan mordiendo las sanguijuelas.
Llegamos hasta la cueva y allí nos encontramos con un montón de gente que esta haciendo un tour desde un pueblecito que está a 1h30 andando. La gente calza chanclas y pantalones cortos, ¡pobrecillos!


Volvemos a la zona de las cascadas y nos damos un merecido chapuzón en un paraíso idílico.



De la cascada Tat Kuang Si vamos hasta las cascadas de Tat Sae, quizás no tan salvajes pero espectacular también. Dentro de un resort, uno puede disfrutar de un baño mucho mejor que en Tat Kuang Si.


Llegamos de noche a Luang Prabang, devolvemos la moto y vamos a cenar unas sopas de nudels cerca del night market. Luego hacemos algunas compras en éste y a la cama a dormir pues ha sido un largo día.

El viernes nos despertamos tarde y nos dedicamos a recorrer todos los templos que aún no hemos visto y acabamos en el Palacio Real que tiene un bonito hall de recepción y basta, bueno su templo es bastante chulo. Subimos a la estupa That Chomsi a contemplar el precioso atardecer del sol sobre el Mekong.


Cenamos cerca de la zona de ambiente nocturno y vamos al Utopia a disfrutar de su ambiente nocturno. Nos tumbamos un poco en la zona de chill-out y enseguida nos encontramos con unos chicos y acabamos jugando a las cartas con ellos. Cuando cierran a las 23h no nos pensamos mucho el salir de fiesta y vamos a un garito de locales, donde la mitad son extranjeros, y luego a la bolera. No sé como nadie consigue tirar un solo bolo de lo morados que van. A las 4h acabamos en nuestra habitación para levantarnos muy perjudicados a las 7h30 y subirnos en la minivan hacia Vang Vieng.


SUNKINDARKNESS