Miércoles, 12/06/2013
Llegué a Pokhara y me dirigí directamente al hotel donde había dejado mis pertenencias. Me instalé, di una ducha, depilé... y ya era de nuevo una persona adaptada a la sociedad, quizás con algún kilo de menos.
Quedé con Alex, un amigo de las Annapurnas, para comer y ver una peli en el ordena. Estaba reventada, cansada, ... Tras la peli decidí fui a dar un paseo por las tiendas a buscar una mochila que apañase el resto del viaje... no hubo suerte.
Quedé con Alex de nuevo para cenar y fuimos a un restaurante local, donde nos pusimos morados de momos. Tras casi 21 días volví a comer carne.
Alex escogió los momos de búfala con chili y casi no pudo ni terminarselos de lo picante que estaban.
Para rematar el día, anduvimos de tienda en tienda preguntando por si tenían helados, conseguimos dar con unas tarrinas de vainilla.
Al llegar al Busy Bee, un local de lo más molón, donde hay música en vivo y una decoración y ambiente genial, pedimos una cerveza y una crepe con plátano y chocolate... toda una delicia acompañada por helado y trozos de tableta de chocolate.
Tras el duro treeking, es de lo más normal acabar sucumbiendo a las tentaciones de carne, pescado, dulce... un domingo casi perfecto.
El lunes amanecí agotada. Fui a desayunar con Alex y tras desayunar íbamos a alquilar una moto para ir a dar un paseo, sin embargo me vi volviendo al hotel a descansar.
Al atardecer, iríamos a la orilla del lago a tumbarnos y disfrutar viendo las barcas ir y venir. En Pokhara es tan fácil perder la noción del tiempo, que sólo el hecho de que empezase a llover dio pasó a la cena.
Para cenar fuimos al restaurante de Arjun, Sweet Memories. Fue genial encontrarse de nuevo con él, charlar sobre la gente del treek y ver algunos de sus vídeos. Cenamos un delicioso pescado a la barbacoa.
De nuevo para terminar la noche, iríamos al Busy Bee a bebernos una cerveza Everest.
El martes fui a ver a Arjun y así pasar la mañana con él.
Me levanté con un poco de fiebre, por lo que hasta que no me pegué una siesta no pude ir al lago a reunirme con Alex. El cielo estaba despejado y por fin pudimos ver las montañas que rodean Pokhara.
Tarde tranquila viendo la MotoGP, haciendo recados, despidiéndonos de los conocidos y cenita de Momos. Así pues, el período de descanso en Pokhara se terminaría y otros nuevos comenzarían.
SUNKINDARKNESS