lunes, 20 de febrero de 2012

Hampi Happy End

Lunes, 20/02/2012

El viernes fue la despedida de Manel. La verdad es que no fue una despedida triste, quizás sea porque yo también me voy ya o porque me estoy inmunizando, aunque mucho más probable sea que las cervezas y vodka nos hicieran estar más felices de la cuenta. Grabamos un videoclip, cantamos los grandes clásicos en karaoke y cenamos una tortilla francesa con chorizo. La verdad es que estábamos tan a gusto en Bathalapalli que nos daba pereza ir a Hampi. Sobre las 22h30 conseguimos ponernos en marcha, bajamos en camión cantando canciones con la guitarra hasta el campus okati. Allí, recenamos y dormimos un par de horas hasta tener que salir hacia la estación.

Al llegar a la estación preguntamos si habíamos avanzado en la waiting list y resultó que los billetes que teníamos eran para el tren del día anterior. Hace un mes compramos billetes para el sábado, pero hace un par de semanas decidimos irnos el viernes así que compramos otros que resultaron ser para el jueves. Allí estábamos cual pardillos preguntándonos que podíamos hacer. Compramos billetes generales, pero nos subimos en los vagones de sleeper esperando encontrar alguna cama libre. Dos horas dormimos como indigentes en el suelo del pasillo del baño, hasta que encontramos un par de camas donde echarnos de dos en dos. Al fin llegamos a Hospet riéndonos de las rupias que nos habíamos gastado, no había pasado el revisor y no usamos al final ninguno de los 3 billetes que habíamos comprado. ¡No tiene precio!


El sábado a la llegada a Hampi negociamos el precio de las habitaciones en nuestro antiguo hostal, el Funky Monkey, y nos fuimos a desayunar a la German Bakery. Nos pasamos la mañana de compras y comimos en el Laughing Budha. Intentamos alquilar unas motos para ir al lago, pero al final tuvimos que conformarnos con tomarnos unos batidos en plan tranquilo. Por la noche, después de una ducha bien merecida, me vestí con mis nuevas ropas y cenamos tan tranquilamente en el hostal. Me costó irme a la cama de lo a gusto que estaba.


El domingo nos levantamos a las 8h, desayunamos y alquilamos unas bicicletas. Fuimos al lago a darnos un chapuzón. Al llegar estábamos solos y luego fueron apareciendo indios, pillamos a uno masturbándose. A parte de eso, estuvimos como quisimos escuchando los grandes éxitos de la RDT a través de la de la mochila musical. Se nos fueron uniendo el resto de voluntarios que habían llegado ese mismo día con uno de los billetes que nosotros no habíamos usado.


Sobre las 16h llegamos a comer al Mowgli y estuvimos hasta las 17h30. Cogimos las bicis y pedaleamos hasta el Monkey Temple para ver la puesta de sol, pero estábamos la comida fue tan copiosa que al subir los centenares de escalones se nos hizo de noche y no vimos nada. Nos bendigeron y gracias a esto creo que llegamos a casa sanos y salvos sin que nos atropellase ningún coche en la negrura de la carretera.

A pesar del cansancio fuimos a tomarnos unas cervezas en el Lauging Buda hasta la 1h30, donde del techo callo una preciosa lagartija verde a mi lado que no pudo evitar asustarme.


El lunes a las 7h15 estábamos de pie para irnos a escalar. Debo decir que lo hicimos mucho más confiados y rápidos que la vez anterior. A las 11h estábamos dándonos una ducha y a las 12h30 en el otro lado del río haciendo algunas compritas. Fuimos a comer al Mango Tree donde nos sirvieron en un periquete y luego quedamos con un rickshaw en que nos diese una vuelta por los templos y nos llevase a la estación de Hospet.


Cenamos en un hotel al lado de la estación de Hospet, cogimos el tren y nos dormimos hasta Anantapur. Algunos de nosotros nos quedamos sin cama, así que Mikel y yo acabamos durmiendo juntos. Al llegar a Dharmavaran cogimos un rickshaw hasta casa donde vimos un capitulo de sexo en Nueva York y nos quedamos dormidos todos en la misma cama.

SUNKINDARKNESS