Domingo, 03/02/2013
Llegué junto a Mr. Kim a Phnom Penh, llamé a Conny y le dije que acababa de llegar y si me albergaba. No me puso ninguna pega, así que me reuní con él en el riverside en un sitio bastante cool llamado Blue Pumkin.
Quizás me había insolado un poco al estar todo el día bajo el sol ayudando con la construcción de la chocita en Meung Char, porque me empezó a doler terriblemente la cabeza.
Tras un rato de conectividad, nos fuimos a otro lugar simpático para cenar un perrito caliente. Tras días de comer arroz con algo, me merecía algo que llenase mi estómago. Luego cogí un tuctuc y me fui a casa con las llaves de Conny. Me di una ducha realmente necesaria, porque tenía una cantidad infernal de polvo encima.
El viernes día 31 amanecí muy tarde, pero repuesta de dormir los días anteriores en el suelo. Fui al Milk Green Coffee de al lado de casa y mi ciber-yo dio señales de vida.
Me llamó Alis, la novia camboyana de Conny y me preguntó si quería ir con ella a ver la ceremonia del rey, así que cogiendo por primera vez la moto en Camboya fuimos hasta el centro, compramos 5 packs de 16 botellitas de agua, los cargamos en un tuk-tuk e intentamos acceder a las inmediaciones del palacio real, no teníamos la identificación pertinente, así que no nos dejaron hasta que todo terminó.
Antes de darnos media vuelta y regresar a la moto, vimos a la gente que había participado en el desfile salir del palacio real.
Pasamos por el mercado a hacer algunas compras para la celebración del cumpleaños de Alis y fuimos a comer a un sitio muy cuco, en el que no hubiese entrado jamás en Europa.
Al regresar a casa, pelamos las patatas, las troceamos y a preparar una inmensa tortilla de patatas para la cena. tras los calores de la cocina, duchita y ponerse guapa para recibir a las visitas.
Entre Conny y yo preparamos unas bruschettas y con los costillares de un restaurante cercano y la tarta todo estaba listo para la cena. Cenamos muchísimo, parecía que la comida no se terminaría jamás y después del ambiente humilde de la campaña camboyana, se me antojo abusivo.
Me divertí mucho con los amigos de Alis, todos sonrientes hablando de tanto en cuando en inglés conmigo y brindando cada dos por tres. Es curiosos ver a los camboyanos actuar como chiquillos, muy divertido. Conny y yo hicimos aún mejores migas durante la cena.
Le di un regalito y le dije que lo abriese, pues en su cultura es mejor abrirlo sin que el resto lo vea, por si es barato o algo así. Al final de la noche quedamos en ir al día siguiente a montar en bici, pero al final sólo quedo en palabras.
El sábado mi ritual de té y conexión a internet y sobras para comer. me encanta no tener que hacer nada.
El domingo decidí ir a ver la como iba la construcción de la chocita de madera en Meung Char Village.
SUNKINDARKNESS
