Lunes, 07/01/2013
Tras pasar la noche del viernes en el
tren, mal durmiendo pues hacia mucho frío, llegué a Dong Hoi el
sábado. Perdida sin saber muy bien donde dirigirme me junté con un
grupo de blancos que parecía que sabían donde iban, a la Farm Stay.
Pensando que si había tanta gente que hacía lo mismo era porque yo también lo debía hacer.
Un taxi nos llevó hasta la Farm Stay
por casi el mismo precio de billete de tren desde Hanoi, una
barbaridad. Llegamos allí y estaba completo, así que aquella gente
que había reservado no tuvieron problema, pero una pareja de Quebec
y yo nos tuvimos que pagar un jeep para ir a Son Trach y así
encontrar un hotel.
El precio de la habitación simple, me
pareció desorbitado, por suerte los canadienses se ofrecieron a
compartir su cuarto conmigo. Tras dejar las mochilas fuimos al
restaurante de la zona a esperar al grupo de la Farm Stay y así
visitar la famosa cueva, Song Phong Nha.
Compramos las entradas y entre todos
pagamos el barco, el cual enseguida abordamos y nos llevó tras un
breve trayecto por el río a la entrada de la cueva. Al entrar
apagaron los motores y remando recorrimos 2km de los 20km que la
componen.
La historia de la cueva quizás sea lo que más llamé la atención, pues así se puede entender que sin demasiadas estalagmitas, alguna estalactita y pocas columnas... sea considera tan famosa. Sin embargo, por el hecho de que en ella durante la guerra hubiese un hospital, gente viviendo y se escondiesen los suministros para el Vietcom captaba el interes general. Era uno de los puntos clave de la ruta 20, o ruta de Ho Chi Minh, donde por la noche sin que los americanos pudiesen ver nada los camiones salían con suministros hacia Laos para acabar en Da Lat. Cuando los americanos se enteraron bombardearon la cueva de tal manera que hoy carece de interés geológico, pero sí histórico.
Tras la visita, fuimos al restaurante
del pueblo y comimos todo el grupo junto. Al terminar nos despedimos
de nuestros amigos de la Farm Stay y nos fuimos a la cafetería del
hombre que descubrió la cueva más grande del mundo, Hang Son Doong,
donde nos invitaron a un té.
El domingo tras un buen desayuno vinieron a buscarnos para hacer nuestro tour por el parque natural de Ke Bang. Poco a poco fuimos entendiendo la historia del lugar, la importancia de las cosas que íbamos viendo y recopilando datos para hacernos una idea de lo acontecido en Vietnam el siglo pasado.
A las 11h llegamos a la Cueva Paraíso, donde dimos un paseo de 1Km por su interior. Luces blancas, en vez de las de colores de Ha Long Bay y Phong Nha. El tiempo parecía infinito dentro, no sé cuanto tiempo tardamos en dar el paseo por el interior, pero una sensación parecida a la del submarinismo me embargaba, una sensación de estar en la luna, en otro mundo, en una realidad completamente distinta.
Comimos pollo con arroz regado por una cerveza y nos pusimos el bañador, pues luego habría la posibilidad de bañarse y a pesar de hacer frío, con lo que me había costado el tour estaba dispuesta a bañarme donde hiciese falta.
Nos llevaron al Nouc Mooc Ecotrail, un pequeño
paseo al lado de un río y en medio de la jungla, donde en los sólo
1,8Km de recorrido encontraron 18 bombas que tuvieron que desactivar.
Nos dieron la posibilidad de bañarnos, pero más tarde también
podríamos hacerlo, así que decidí esperar.
Nos quitamos las ropas en el minibus
y bajamos a las canoas. Dimos un pequeño paseo hasta la Dark Cave y fue
entonces cuando el caro tour compensó con creces su precio. Nos
zambullimos en la cueva sin más iluminación que nuestros frontales.
Apagamos todas las luces y respetamos el silencio del lugar,
recorrimos los pasillos laterales llenos de lodo y nos divertimos
tirándonos barro unos a otros.
Dicen que desde finales del 2012,
quizás con el reportaje de National Geographic de las cuevas, está
empezando a haber mucho más turismo en la zona. Me siento afortunada
de haber visto una de las regiones que aún no está demasiado
explotada de este país, aunque los precios fueran desorbitados. también se puede hacer espeleología en la zona, aunque la cueva más grande del mundo aún no está abierta al público.
Exhaustos llegamos al hotel de noche,
me dí una ducha y los canadienses me invitaron a cenar. Cenamos muy
bien y a dormir, pues al día siguiente nuestro transporte al sur
llegaría a las 5h. Yo iría a Hue, ellos a Da Lang.
SUNKINDARKNESS